Somos madres, esposas, hermanas, amigas, sobrinas, tías, primas, vecinas, cuñadas, nueras. Estas posiciones nos las hemos ganado gracias al hecho de ser mujeres. Muchas veces somos valoradas, otras veces no, pero eso no debería desenfocarnos de nuestro camino, porque independientemente de todo, somos seres INDIVIDUALES.
Somos creación única de Dios, talladas cuidadosamente en sus manos y puesta en esta tierra con un propósito definido, sin importar color de piel, lugar de origen y nuestro pasado.
Somos como flechas en las manos de nuestro creador, conscientes de nuestro valor como mujeres y seguras de nuestro destino, pues en él nuestra victoria es segura.
¡Celebremos nuestros sueños más profundos!, porque Dios los ha puesto ahí y cuando más lejos parezcan estar en nuestra humanidad, la medida perfecta de fe que nos fue dada nos confirma su cumplimiento.
Somos seres individuales con metas que alcanzar, con sueños que cumplir, con un camino que recorrer, con un Dios a quien agradecer sin importar las circunstancias en que nos encontremos, porque es precisamente en la adversidad donde su poder se perfecciona sobre nuestras vidas.
¡Celebremos nuestros talentos y virtudes!, aunque otros lo desprecien, no importa, porque nuestro valor no está condicionado a la opinión de los demás. Dios nos acepta, nos aprueba, nos aplaude,……suficiente ¿no?
El es nuestro señor, nuestro padre, nuestro amigo perfecto, nuestro lugar seguro. Solo en su presencia encontramos plenitud de gozo y es el único espacio donde nuestro ser se complementa a su máxima expresión.
Es en el tiempo que pasamos a tu lado, lejos de las distracciones del día, donde nos hablas abiertamente y nos das las herramientas de crecimiento personal, para poder ejercer con excelencia las posiciones que el ser mujer nos premia, sin olvidar nuestra individualidad.
Feliz Día Internacional de la Mujer – 8 de Marzo
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