Visión De La Iglesia Cristo Nación “El Año De Fe” – El Ojo De La Fe

EL OJO DE LA FE

“La Fe Ve Lo Que Dios Ve”

2 Corinitos 5:7 “Porque por fe andamos, no por vista”.

Introducción: La primera característica de la clase de fe que Dios tiene, es que ésta fe ve lo que Dios ve. El sistema del mundo ha sido diseñado para llamar y retener nuestra atención, alejando nuestro enfoque de las cosas de Dios. Con esto en mente, debemos permanecer enfocados y mantener nuestros ojos en las cosas que Dios dice.

Caminando en fe y no por vista. En 2 Corintios 5:7 vemos que Pablo está hablando de la importancia de nuestro enfoque.

2 Corintios 5:7

“Porque por fe andamos, no por vista”.

En este versículo vemos que Pablo nos alienta a caminar por fe y no por vista. Si caminamos por vista nunca viviremos la vida de fe. Si caminamos por fe podremos ver lo que Dios ve y entrar a una nueva vida de fe. El creyente ha sido ordenado a caminar por fe.

El contraste en el que vivimos: Como cristianos nacidos de nuevo, somos una raza extraña. Vivimos en un mundo caído pero somos criaturas con una naturaleza celestial. El sistema en el que vivimos es gobernado por nuestros cinco sentidos (lo que podemos ver, tocar, probar, oler y escuchar). La persona que vive creyendo que el universo físico es el único universo que existe, está atrapada en la realidad de sus cinco sentidos. Si ellos lo pueden ver, tocar, probar, oler o escuchar, entonces creen, por lo tanto, ellos creen en algo luego de su manifestación física. Dios quiere que esto sea diferente para el creyente. Él espera que el creyente tenga más fe en las cosas que no puede ver que en las cosas que puede ver. Para el creyente nacido de nuevo no hay solamente una dimensión física gobernada por los cinco sentidos, sino que hay también una sexta dimensión llamada la dimensión de la fe. En ésta dimensión una persona ve lo que Dios ve y tiene más fe en lo no visto, que en lo visto.

Algunas cosas sobre el universo físico: A continuación hay una lista de algunas de mis observaciones respecto al universo físico.

  • El universo físico cambia, pero las cosas de Dios nunca cambian. Aquel que sólo tiene fe en lo que puede ver con sus cinco sentidos, siempre tendrá problemas cuando llega el momento de creer en Dios. Él tendrá también una vida inestable debido a que las circunstancias físicas siempre cambian. Por otro lado, la Palabra de Dios es siempre la misma.

Mateo 24:35

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.

  • Los hechos cambian, pero la verdad es constante. Lo que muchas personas no se dan cuenta es que hay una diferencia entre la verdad y el hecho. El universo físico está construido sobre hechos y el reino de Dios está construido sobre la verdad. Es importante saber que un hecho está en un proceso de cambio constante. Por ejemplo, puede que el que hoy esté lloviendo sea un hecho, pero puede que mañana el caso no sea el mismo. Por el otro lado, la verdad no cambia, un ejemplo de esto es que Jesús es el único camino al Padre, esto nunca cambiara. La verdad está por encima de los hechos. Jesús vino para que conozcamos la verdad.

Juan 8:32

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

  • Muchas veces para creer en Dios tenemos que negar las señales físicas de una situación. Un día tendrás un conflicto entre lo que tus circunstancias físicas dicen y lo que la Palabra de Dios dice, es en ese momento que tendrás que tomar una decisión respecto a dónde se enfocarán tus ojos. Es importante que te des cuenta que no estamos negando las circunstancias físicas, ellas son reales y existen. Lo que estamos haciendo es escoger no enfocarnos en ellas o mirarlas, sino enfocarnos en la realidad de lo que la Palabra de Dios dice. Si nos enfocamos en las circunstancias, ellas nunca van a cambiar, pero si nos enfocamos en la verdad de la Palabra de Dios, estamos aplicando el agente de cambio.

2 Corintios 4:18

“No mirando nosotros las cosas que se ven,  sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

Ejemplos del ojo de la fe.- El término que estamos utilizando para ésta lección es el ‘ojo de la fe’. Utilizo este término porque quiero dibujar una imagen de la importancia de dónde colocamos nuestra vista. Hay un lugar en el cual el creyente puede estar tan enfocado, que de hecho ve lo que Dios ve.

  • Mateo 8:8. “solamente di la palabra, y mi criado sanará”. En este pasaje de las Escrituras vemos al centurión creyendo únicamente en la Palabra de Dios, sin la necesidad de ver una manifestación física. Él simplemente creyó y después vio los resultados del haber creído.
  • Mateo 9:21  “Porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva”. En este pasaje, la mujer se vio a sí misma siendo sanada, incluso antes de haber tocado a Jesús. Ella vio la manifestación de la sanidad de su cuerpo por fe antes de que esa manifestación física tenga lugar.
  • Hebreos 11:10 “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Abraham salió a un viaje de toda la vida en obediencia a la Palabra de Dios. Él tenía una imagen dentro de sí, de algo que Dios le había mostrado y salió a buscar ese lugar guiado por el ojo de la fe.

Cómo mirar por el ojo de la fe.- Debemos tener en mente que el ver por el ojo de la fe, es ver la situación en la que estás, desde el ventajoso punto de vista de Dios. La única manera en la que puedes hacerlo es buscando en la Palabra de Dios, lo que Dios dice respecto a tu situación. La fe comienza donde es conocida la voluntad de Dios, entonces, si tú no conoces la voluntad de Dios, no puedes tener fe.

1)      Encuentra lo que la Palabra de Dios dice acerca de tu situación – Salmo 119:72. La Palabra escrita de Dios tiene la respuesta a cada situación que vas a enfrentar en la vida. El único problema es que esas respuestas no necesariamente van a saltar a la vista, mientras abresla Biblia.

Salmo 119:72

Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.

        Vas a tener que buscar profundamente, como una persona en busca de un tesoro, para encontrar la visión de Dios para tu situación. Usa tu situación como un agente motivador para buscar respuestas en la Palabra de Dios.

2)      Comienza a llenar tus ojos con la realidad de lo que Dios dice, y no con lo que dicen las circunstancias. –Tú gravitas alrededor de lo que tu enfoque ve. Si te enfocas en las circunstancias, gravitas alrededor de esas circunstancias. Si te enfocas en la Palabra de Dios, entonces gravitarás alrededor de las promesas de la Palabra de Dios. Cambia tu enfoque a las mismas cosas en las que Dios se enfoca.

Hebreos 12:2

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,  menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

3)      Mantén tu enfoque cuando la situación grite para llamar tu atención – Lo interesante acerca de las situaciones que enfrentamos, es que todas ellas tienen una voz. Si escuchamos su voz, nuestra fe naufragará. Por otro lado, si mantenemos nuestro enfoque en lo que Dios dice, llegaremos al lugar que estábamos buscando: el lugar de la fe constante.

Gálatas 3:3

“¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”

Conclusión: Todos estamos en el proceso de aprender a vivir por fe. Cuando enfocamos nuestra vista es importante saber en qué realidad estamos viviendo. Si podemos desarrollar el ojo de la fe en las cosas que hacemos, tenemos mayores posibilidades de vivir en la realidad que la Biblia nos muestra.

HOJA DE TRABAJO 

1)      Nombra tres obstáculos de tu vida que están limitando tu habilidad para ver el futuro de esperanza que Dios tiene para ti.

2)      ¿Qué ajustes puedes hacer para poder vencer los obstáculos y ver las cosas como Dios las ve?

3)      Toma las siguientes escrituras y escribe una oración con ellas, para tus proyectos de fe del 2011. Cuando termines de escribirla haz de ella una confesión de fe, te ayudará a ver más claramente el futuro de esperanza que Dios tiene para ti. Tráelo a la iglesia la siguiente semana y prepárate para compartirla con otros.

a)      2 Cor. 5:7

b)      Mateo 24:35

c)       Juan 8:32

d)      2 Cor. 4:18

e)      Hebreos 12:2


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