Prohibido evangelizar

jesús+prohibido.JPG.jpgLas reglas del juego no son las mismas que en los países occidentales. En Marruecos está prohibido lo que ellos llaman «proseltismo» con los fieles de Alá
Domingo , 02-05-10
James Stanley Baird, de 58 años, comprobó hace poco más de un mes cómo su nombre aparecía en la lista de cristianos que han elaborado las autoridades del reino alauí. Nadie oficialmente lo ha acusado de nada, pero la confección de esa lista coincide con la expulsión del país de decenas de cristianos de distintas nacionalidades en las últimas semanas. Algunos de ellos son amigos de Baird.
No sólo es un estadounidense afincado desde hace seis años en la ciudad de Fez, donde tiene dos empresas. Baird es, además, un cristiano protestante, aunque afirma que apenas va a la iglesia alguna que otra vez al año. A pesar de todo, cree que su condición religiosa está detrás de todo esto.
También encuentra sospechas similares la Embajada de Estados Unidos en Marruecos, que ha tenido acceso a la lista, al menos de los ciudadanos de esta nacionalidad, y que sigue de cerca las acusaciones por parte de las autoridades porque muchos de los señalados son de este país.
No hay evidencias
En la representación diplomática afirman que, al menos en el caso de Baird, no tienen evidencias de que haya habido «proselitismo». El embajador estadounidense, Samuel Kaplan, dijo sentirse «consternado» por las expulsiones y espera que se haga justicia.
La George Washington Academy de Casablanca, el mayor colegio estadounidense del norte de África, organizó ayer una rueda de prensa para defenderse de las acusaciones de «proselitismo», que han llevado incluso al padre de un alumno marroquí a denunciar a varios profesores, lo que achacan a problemas personales de este padre.
Aunque nadie le ha dicho que abandone el país, Baird ha decidido dar un paso adelante. Ha buscado un abogado y ha reclamado ante la Justicia marroquí. «No he hecho nada ilegal o subversivo contra el Gobierno o el pueblo de Marruecos», afirma el empresario a ABC minutos antes de presentarse ante un tribunal de Rabat el miércoles pasado. Quiere que borren su nombre de la lista y poder seguir gestionando sus empresas con normalidad.
«Es la primera vez en la historia que los cristianos reclaman ante la Justicia en Marruecos», señala Ahmed Adghirni, el abogado, que en los últimos días lleva causas similares a una docena de cristianos estadounidenses y franceses asentados en otras ciudades del reino como Marraquech o Mequinez.
Las reglas del juego las marca la ley local: prohibido evangelizar a los fieles de Alá.


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