¿Por qué el mundo nos aborrece? Por Fares Palacios Bautista Reformado.

¿Por qué el mundo nos aborrece?


La palabra aborrecer es muy fuerte, en pocas palabras significa: “…tener odio, u horror contra una persona o cosa…” Incluso, hay una mención en la Biblia sobre aquel que frecuentando una Asamblea fielmente y sirviendo en diferentes ministerios y afirmando ser nacido de Dios, aborrece a su hermano, este es llamado un mentiroso. [1], por lo cual es evidencia de nuevo nacimiento el amar a nuestros hermanos sin fingimiento [2] [1] 1 Juan 4:20; [2] Juan 3:14, Romanos 12:9

Son los hijos de ira los que por naturaleza odian y aborrecen unos a otros, y como hijos del padre de mentira además, odian a la Iglesia de Dios [3] El título de este artículo es una pregunta cuya respuesta está en las Palabras del Hijo de Dios nuestro Señor Jesucristo, sobre la razón por la cual el mundo aborrece a los cristianos. [4]. Hay una profunda relación en estos santos recipientes del odio de aquellos que no aman a Dios y el Dios Creador y Su Hijo. Son los hijos de Dios, aquellos que comparten junto a Jesús el Señor, la vida eterna como coherederos de la gracia. [5] [3] Efesios 2: 1 – 3, [4] Juan 15:19, [5] Romanos 8:17

El Hijo de Dios era Aquel Consolador que estaba en medio de los suyos antes de enviar otro Consolador, el Espíritu que habrían de recibir los creyentes. [6] El Pastor de las Ovejas anunciaba que el mundo odiaría a los discípulos de la misma manera que lo odiarían a el con odio homicida. [7] Sin embargo el Hijo de Dios explica que “…si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero no sois del mundo…” [8] [6] Juan 14:16, [7] Juan 16: 1 – 4, [8] Juan 15:19

No se refería a la tierra como algo objetivo al decir el “Mundo”, sino en un sentido subjetivo, al sistema que estaba en abierta rebelión al Cristo. Los discípulos estaban en el mundo, pero no pertenecían al mundo. Pero, ¿Qué acto de la Providencia arrebataría a estas almas de este sistema corrupto que promete destrucción y muerte? La respuesta está en la Biblia, y es la misma respuesta a la pregunta de este artículo: “…pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece…” [9] [9] Juan 15:19

Esta elección debía ser eterna, como eterno es Su amor por Su Santa Nación [10], y esto se muestra por las abundantes referencias a la frase “…desde antes…”. Desde antes debía ser aquello que fue planificado Soberanamente por Dios, tal como fue preparado desde antes el Cordero de Dios [11]. Este Cordero preparado desde la eternidad, aquella que no podemos medir ni imaginar y cuya sola mención humilla nuestras mentes finitas; conoció y predestinó a Su Pueblo; para en el tiempo señalado llamarlos eficazmente siendo el Pastor de las Ovejas, y así justificarlos para el futuro glorificarlos y cumplir así Su Propósito Eterno para Su Gloria. [12] [10] Jeremías 31:3, [11] Hechos 4: 27 – 28, 1 Pedro 1: 18 – 20, [12] Romanos 8: 28 – 30

Todo fue parte de un Plan Divino que no podemos entender totalmente, sino ver apenas aquello que se nos ha sido revelado. Esta elección debía ser incondicional excluyendo por completo las obras de justicia humanas [13], para que siendo la salvación por gracia, por medio de la fe; nadie pudiera gloriarse en sus propias obras [14]. La tendencia natural del hombre es a auto justificarse, y a buscar ser recompensado por algo aparentemente bueno que este ha hecho. Pero en el Reino de los Cielos, las obras de los impíos no justificados son vistas como trapos de inmundicia en el campo de la Redención pues no hay Obra más grande que la Obra Redentora del Hijo de Dios. [15] [13] Romanos 9:11, [14] Efesios 2 .8 – 9, Tito 3:5, [15] Isaías 64:6

Las obras humanas, a pesar de ser unas mejores que otras, y a pesar de que algunas sean respuesta a mandatos de la Ley y el Evangelio por alguna influencia de la gracia común de Dios, no pueden salvar a ningún hombre y siendo estos depravados, solo hacen abominables sus hechos frente a un Dios Santísimo que jamás tendrá por inocente al culpable. Una vez más saltan de las páginas de la Biblia aquellas palabras Inspiradas por Dios: “…No por obras…”; “…No por obras…”, “…No por obras…”. Estas palabras de la Biblia empero, son usadas por muchos hermanos sinceros que quizá no se dan cuenta que, al pedirle a un hombre que “Decidan darle una oportunidad a Dios” Están negando aquella bendita verdad que excluye la voluntad humana cautiva y viciada por el pecado y rebajan delante de los ojos del mundo, la Majestad u el Imperio de Dios.

Un cristiano sincero debe aceptar que la Biblia habla de la elección, y que esa elección es la causa principal por la cual el mundo odia a la Iglesia. Por supuesto que no se refiere a la totalidad de los seres humanos puesto que hemos visto que a pesar de que muchos no creen, algunos de entre ellos favorecen a la Iglesia de alguna u otra manera sin ser creyentes, por eso la mención del mundo se refiere a todo tipo de personas y de todos lugares. La elección es garantía del odio de muchos en el mundo que aborrecen a Dios el Padre lo mismo que a Su Hijo.

La primera vez que me vi confrontado a esta verdad Bíblica tan importante, no pude negar la elección tan rápidamente, sino que mi mente empezó a argumentar y lo primero que pensé fue en una elección por una mala interpretación de la presciencia de Dios. Quiero explicarme. En vista de que no quería aceptar una elección eterna e incondicional, en el sentido de que la elección se hace desde la eternidad pasada, cuando la inexistencia humana hace imposible la acción justificadora pretendida, busqué otro camino que se adecuara a mi filosofía humanista del cristianismo, la que había aprendido en el Arminianismo. ¿Cuál fue?

Un concepto de la presciencia de Dios muy mal entendido. Esta consistía en que Dios sabiendo quién iba a creer de antemano, viendo a esos que creerían como por una ventana al futuro, y sin tener control de ello el mismo, entonces escogía a aquellos que iban a creer por ellos mismos. Pero esta idea que surgió en mi mente no podía sostenerse por mucho tiempo e iba en contra de la fe ortodoxa, y lo pero era que yo no lo sabía. ¿Por qué? Pues porque debía yo definir los términos y entender un poco mejor la Naturaleza de la Majestad de Dios.

Fallé en aquellos días al ignorar a Dios mismo y Su naturaleza, y por su puesto, por poseer una deficiente comprensión de la palabra “Presciencia”. Pienso hay dos posibilidades de enfocar esta palabra:

A.- La presciencia (conocimiento previo de los hechos) de un dios espectador que depende de la decisión humana para escoger a los pecadores, y que por lo visto no tiene potestad sobre la salvación debiendo esperar a que el hombre escoja lo que hará con su vida ejerciendo su libre albedrío y, o

B.- La presciencia de un Dios que conoció (Intimidad, Conocimiento profundo; aceptación, lazo indestructible) a cada uno de sus hijos, y que habiendo decidido EL quienes serían, en su tiempo los llamaría, los justificaría, los salvaría puesto que ninguno podría hacerlo por si mismo, para un día estar con ellos eternamente glorificándolos junto a Su Hijo, siendo estos aceptos en el Hijo de Dios por la elección Soberanísima de Dios el Padre.

Si el previo conocimiento de Dios es la postura primera que yo sostuve algún tiempo en el pasado, entonces hay otra seria de problemas:

1.- Ya la salvación no es por gracia puesto que depende de una acción humana contemplada en el ejercicio de la fe que el hombre supone erradamente inmanente en el, negando que es un don de Dios, y exaltando un supuesto libre albedrío que no existe tal y como es planteado aquí. Esta postura destruye el concepto de la pura gracia que se expone en la Biblia y que es un pilar de la Reforma y el redescubrimiento de la fe antigua apostólica. Además desconoce la verdadera naturaleza del hombre, caído, corrupto e incapaz de salvarse, ciego, sordo y muerto espiritual, y lejos de tener libertad para salvarse, en un terrible cautiverio.

2.- Si la postura que sostuve en el pasado es cierta, esto contradice a la Escritura que presenta a un Dios que es Soberano y que tiene el absoluto control de todo, y definitivamente todo lo que acontece. El dios de la primera postura está sujeto a los acontecimientos. Pero, el Dios de la Biblia sujeta a EL mismo todas las cosas y gobierna todas las cosas por que son de EL, por EL y para EL para que sus propósitos eternos sean cumplidos.

3.- Y además, si la primera postura fuera cierta, estaría negando el significado real de la palabra “Conocer”. Le invito a estudiar lo que es apalabra significa. No se refiere a un mero conocimiento intelectual, sino que es la misma palabra que se usa para un hombre (Esposo) que ha conocido íntimamente a una mujer (Esposa). Esto implica que hay una relación intima, de unidad. Cuando un hombre y una mujer se conocen, estos son una sola carne, sus almas se juntan para ser una. Lo mismo ocurre con los hijos de Dios dispersos por el mundo, estos han sido conocidos de Dios y congregados a Uno, predestinados desde antes de la fundación del mundo. Estos son Su Iglesia, el Cuerpo del cual es EL la Cabeza, la Esposa del Cordero.

Casi nadie responde Bíblicamente al preguntársele, ¿Por qué el mundo aborrece a la Iglesia? Yo tampoco lo hacía, hasta que Dios me llevó a hacerlo por Su Gracia. A estas alturas, usted cristiano lector debe saber responder, ¿Por qué?, Pues porque el Hijo de Dios “…nos eligió de entre los que están en el mundo…” Y esto desde antes, mucho antes de todas las cosas. Para Dios no existe el tiempo tal como usted y yo lo conocemos, ¿Cómo puede ser medido el tiempo para el Dios Eterno?, ¡Bendito sea nuestro Eterno Dios! ¡Bendito sea el Dios que nos escogió por pura y misericordiosa gracia! ¿Eres ya salvado? ¡Ven hoy a Jesucristo arrepentido y creyendo al Evangelio! ¡El Hijo de Dios jamás desechará a ninguno que venga a EL jamás! ¡Vuélvete hoy de tu maldad e inmundicia y confía solo en Dios y clama a EL hoy que tenga misericordia de ti! ¿Sabes que habrá un final?, ¿Tendrás compasión de tu alma? El Reino de los Cielos se ha acercado amigo lector Mateo 13: 47Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes (…)

¡Oh amigo lector! Seas o no seas miembro de una Iglesia, ¿En qué grupo estás? No podrás afirmar nunca ser uno de los escogidos si tu vida es depravada, y si tu corazón es perverso y no ha gustado la gracia. ¿No sabes que los que son escogidos, lo han sido además para llevar mucho fruto y permanente?, ¿No has leído que hemos sido escogidos para ser santos y sin mancha delante de Dios? ¿Cómo pues crees tener seguridad si no hay fruto permanente y abundante en tu vida?, ¿Cómo puedes estar sentado en una falsa seguridad si vives en pecado oculto y sin arrepentimiento caminando sobre las llamas del infierno? El día final serán separadas las ovejas de los cabritos, unos serán lanzados al fuego donde será el lloro y el crujir de dientes, esto ocurrirá tarde o temprano, y tú ¿Dónde estarás?

¡Bendito sea Dios por Su Gracia, porque no será desechado ninguno que venga a EL! El Hijo de Dios llama a los cansados a venir a EL, el Hijo de Dios vino a buscar y a salvar lo que se había perdido; no vino a buscar a justos, sino a pecadores. ¿No has visto en estas líneas la grandeza de un Dios que salva soberanamente al pecador? ¡Entonces no hay nada imposible para EL! El puede dar perdón, vida eterna y gracia al pecador. Por esta razón, ven hoy a EL, arrepiéntete de tus pecados y cree al Evangelio. El Padre amó tanto al mundo que ha dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquel que en EL cree no se pierda, más tenga vida eterna.

Su Sangre fue derramada, el Cordero de Dios fue inmolado, ¿Pisotearás la Sangre del Cordero para ser eternamente condenado? ¡Oh pecador! ¡Digas que eres cristiano o no!, ¡Ven hoy a Jesucristo arrepentido! ¡Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón! No hay otro camino al Padre, Jesucristo es el Camino, y la Verdad y la Vida. ¡Es mucho mejor ser aborrecidos por el mundo y ser amados de Dios, que ser amados del mundo y ser aborrecidos eternamente por Dios ¡

© Por Fares Palacios. Bautista Reformado. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.