146- SALMO

¡Oh, Señor! ¿Cuándo te importará como me siento?
Mis costillas se juntan con mis vertebras
mientras siento que mis pulmones estallan
y su explosión destruye mi corazón.

Las canciones del Templo me dan nausea
y no representan mi realidad,
Parece escrita por ángeles del tercer cielo,
más que por hombres que viven en la tierra.

Pero yo, ¡Yo vivo aquí! Lejos de la realidad angelical,
se me va la luz, el agua, el ruido del vecino me perturba,
el tránsito de la ciudad me desespera, la corrupción
del político me perturba y el colmado destruye mi bolsillo.

Todas estas cosas pasan mientras grito:
¡Tendrá ojos Dios!
¿No escucha que oro día y noche
por estar en su Presencia?
¿Esa no debe ser mi oración?
Entonces, ¿por qué no responde?

Pero Tú te levantarás pues no estás oculto,
traerás luz, agua y enderezarás al chofer de carro público.
Entonces cantaré y te alabaré (desde mi realidad humana)
que tu mano haz metido en mi indignación
y un hombre libre soy.

Gritaré a todo el mundo,
gritaré más que el ruido del vecino,
y todos escucharán
que si metiste tu mano en mi lío,
¿por qué no puedes acabar con los suyos?

¡Aleluya!
(Al músico principal vamos a preguntar: ¿Qué significa Selah?)


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