Apocalipsis Capítulo 09





Bendiciones hermanos.



Continuamos con la lectura del libro de Apocalipsis, coy con el capitulo 9 que trata el tema que viene del capitulo anterior.

Padre nuestro gracias por este nuevo día en el que podemos comenzar con la lectura diaria y alabando tu nombre, te pedimos que nos acompañes con tu presencia en la lectura y que nos des todo el conocimiento que viene de ti para la edificación de nuestras vidas, ponemos en tus manos este foro y guárdanos de todo mal, te lo pedimos en el nombre de Jesús amen.


Apocalipsis
Capítulo 09

9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo.


9:2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.


9:3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.


9:4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.


9:5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre.


9:6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.


9:7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;


9:8 tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones;


9:9 tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;


9:10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.


9:11 Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.


9:12 El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.


9:13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,


9:14 diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.


9:15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres.


9:16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.


9:17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.


9:18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.


9:19 Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.


9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;


9:21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.



Notas:


Apocalipsis 9:1 Estrella: probablemente un ángel (cf. Ap 1.20; 8.10; 20.1). Cf. Is 14.12.

Apocalipsis 9:1 Abismo: lugar de encierro de los espíritus malignos; cf. Ap 20.1-3.

Apocalipsis 9:3 Cf. la plaga de las langostas, en Ex 10.12-15, y especialmente en Jl 1–2. Aquí, sin embargo, se describen ciertos seres malignos que son como una combinación de langosta, alacrán y dragón, cuya única función es infligir dolor a la humanidad. Cf. Dt 8.15.

Apocalipsis 9:4 Sello: Véase Ap 7.3.

Apocalipsis 9:6 Jer 8.3.

Apocalipsis 9:7 Cf. Jl 2.4.

Apocalipsis 9:8 Cf. Jl 1.6.

Apocalipsis 9:9 Cf. Jl 2.5.

Apocalipsis 9:11 Tanto el nombre hebreo Abadón como el griego Apolión significan Destructor.

Apocalipsis 9:12 Ap 11.14; véase 8.13 nota n. El segundo desastre corresponde a la sexta trompeta (Ap 9.13–11.14); el tercero, a la séptima (Ap 11.15).

Apocalipsis 9:13 Altar de oro: Véase Ap 8.3 n. Los altares del AT tenían en sus cuatro esquinas unas prominencias llamadas cuernos. Cf. Ex 37.25-26; 38.1-2; 1 R 1.50ss; Sal 89.18.

Apocalipsis 9:14 El río Éufrates era considerado el límite oriental del imperio romano; más allá estaban las naciones enemigas (cf. Is 7.20; 8.7).

Apocalipsis 9:17 Cf. la visión de las langostas en 9.2-10.

Apocalipsis 9:17 El fuego, humo y azufre, además de evocar la imagen tradicional de un dragón (cf. Ap 20.2), sugieren el carácter infernal de los caballos monstruosos (cf. Ap 14.10; 19.20; 21.8).

Apocalipsis 9:20 Sal 115.4-8; 135.15-18; cf. Is 44.9-20; Dn 5.23.

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