BATALLA CON LA LENGUA PARTE 2

PALABRAS AMARGAS Y DE MALDICIÓN:

“Su boca está llena de maldición y de amargura” (Romanos 3:14).

MENTIRAS:

“Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron” (Salmos 58:3).

“Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras con soberbia y menosprecio” (Salmos 31:18).

PALABRAS DE CALUMNIA:

“Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia” (Salmos 50:20).

PALABRAS MALICIOSAS EN CONTRA DE OTROS:

“Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace profiriendo palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe y los expulsa de la iglesia” (3 Juan 10).

SUSURROS (CHISMES):

“El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).

CHISME:

“El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda íntegro” (Proverbios 11:13).

CALUMNIAS:

“El que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino” (Salmos 15:3).

PALABRAS NECIAS:

Las palabras necias provocan división:

“Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él” (Proverbios 26:4).

PALABRAS CONTENCIOSAS:

“Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama” (Proverbios 18:6).

PALABRAS DE DISENSIÓN:

“En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;
los pondrás en tu Tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas” (Salmos 31:20).

PALABRAS DE DISCORDIA:

“El testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6:19).

PALABRAS PERNICIOSAS:

“Has amado toda suerte de palabras perversas, engañosa lengua” (Salmos 52:4).

PALABRAS PERVERSAS:

“Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios” (Proverbios 4:24).

PALABRAS PERVERSAS Y ENGAÑADORAS:

“Tu boca metías en mal y tu lengua componía engaño” (Salmos 50:19).

“El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al hombre injusto para derribarlo” (Salmos 140:11).

PALABRAS MALICIOSAS:

“Los que buscan mi vida arman lazos, y los que procuran mi mal me amenazan y traman engaños todo el día” (Salmos 38:12).

PALABRAS INMUNDAS:

“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca” (Colosenses 3:8).

CONTRA ESTRATEGIAS ESPIRITUALES: VICTORIA SOBRE LA LENGUA

Cuando David se dio cuenta de la gran batalla contra la lengua, él clamó:

“¿Qué te dará o qué te aprovechará, lengua engañosa?” (Salmos 120:3).

La única manera de ganar la batalla contra la lengua es mediante la aplicación de una contra estrategia espiritual dada por Dios en Su Palabra.

QUE TU CORAZÓN ESTÉ RECTO DELANTE DE DIOS:

El primer paso en ganar la victoria sobre la lengua es tener tu corazón recto delante de Dios:

“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…” (Mateo 15:18-20).

Tu boca hablará lo que esté en tu corazón. Si tu corazón no está recto, tu lengua lo revelará. Usa tu lengua para tener tu corazón recto delante del Señor:

“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).

RECONOCE TU RESPONSABILIDAD:

Reconoce que serás responsable por las palabras que salgan de tu boca:

“Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36-37).

“Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo…” (Lucas 19:22).

DATE CUENTA QUE TUS PALABRAS REFLEJAN EL EVANGELIO:

Mientras pienses que tu lengua no es importante, no ganarás control sobre ella. Debes darte cuenta que tu conversación refleja el evangelio de Jesús:

“Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo…” (Filipenses 1:27).

A causa de esto debes dar un buen ejemplo mediante tu conversación:

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12).

Lo que sale de tu boca no pasa desapercibido por los paganos:

“Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza.
Entonces decían entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!” (Salmos 126:2).


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.