BATALLA CON LA LENGUA PARTE 3

TOMADO DE :

Puedes ganar a otros para el Señor Jesucristo mediante tu conversación:

“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa” (1 Pedro 3:1-2).

MANTÉN TUS PALABRAS SIMPLES Y POCAS:

“En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19).

“Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no”, porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mateo 5:37).

PIENSA ANTES DE HABLAR:

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19).

“Si neciamente te has enaltecido y te has propuesto hacer mal, ponte la mano sobre la boca” (Proverbios 30:32).

“El corazón del justo piensa antes de responder; la boca de los malvados derrama maldad” (Proverbios 15:28).

“Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente” (Proverbios17:28).

APÁRTATE TÚ MISMO:

Apártate tú mismo de aquellos que no pueden controlar su lengua:

“Quítate de delante del hombre necio, porque no hallarás ciencia en sus labios” (Proverbios 14:7).

APRENDE EL PODER DE LAS PALABRAS DE PAZ:

Las palabras de paz son más poderosas que las palabras de odio:

“Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta” (Proverbios 25:15).

RECONOCE QUE TU LENGUA ES UN ARMA:

Tu lengua es un arma que puedes usar para derrotar al enemigo en lugar de ser derrotado por él:

“Ellos lo han vencido [Satanás] por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos” (Apocalipsis 12:11).

Si controlas tu lengua, ello avergonzará a aquellos que falsamente te acusan:

“Tened buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (1 Pedro 3:16).

TOMA CONTROL SOBRE TU LENGUA:

Con la ayuda de Dios, puedes controlar la lengua. Pero TÚ debes pasar a la acción para controlar tu propia lengua. Los siguientes versículos indican acción de TU parte:

“Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, REFRENE su lengua de mal y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10).

“Que a nadie DIFAMEN…” (Tito 3:2).

“Hermanos, NO MURMURÉIS los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez. Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?” (Santiago 4:11-12).

“SEAN vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” (Hebreos 13:5).

“Solamente os ruego que OS COMPORTÉIS como es digno del evangelio de Cristo” (Filipenses 1:27).

“En cuanto a la pasada manera de vivir, DESPOJAOS del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y VESTÍOS del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por eso, DESECHANDO la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo…” (Efesios 4:22-25).

“Pero ahora DEJAD… palabras deshonestas de vuestra boca” (Colosenses 3:8).

“Ninguna palabra corrompida SALGA de VUESTRA boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).

“QUÍTENSE toda…, maledicencia…” (Efesios 4:31).

“Sino, así como aquel que os llamó es santo, SED también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.16 porque escrito está: «SED santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15-16).

“APARTA de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios” (Proverbios 4:24).

“GUARDA tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño” (Salmos 34:13).

“Yo dije: «ATENDERÉ a mis caminos para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno en tanto que el impío esté delante de mí” (Salmo 39:1).

“El que ofrece sacrificios de alabanza me honrará, y AL QUE ORDENE su camino, le mostraré la salvación de Dios” (Salmo 50:23).

“No TOMARÁS el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano” (Éxodo 20:7).

“No DIRÁS contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).

QUE TU CONVERSACIÓN SIGA EL EJEMPLO DE JESÚS:

Jesús habló palabra de gracia:

“Todos daban buen testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca. Decían: —¿No es este el hijo de José?” (Lucas 4:22).

Él habló palabras de autoridad sobre Dios:

“Se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Marcos 1:22).

No hubo astucia en Sus palabras (hablar pecaminoso):

“Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:22-23).


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