Bombas nucleares, ¿la solución para salvar al mundo de un asteroide?

Puede ser la única medida efectiva si la roca espacial es muy grande y hay poco tiempo para reaccionar

29/06/10 (ABC)

¿Es prudente utilizar un arma nuclear para evitar el impacto de un gran asteroide contra la Tierra? Hasta ahora, esta espectacular posibilidad se acercaba más a un guión de Hollywood -es la solución que encuentran los héroes de la película «Armageddon»- que a algo que realmente pueda llevarse a la práctica, pero algunos expertos encuentran que quizás, por muy polémico y peligroso que parezca, puede resultar la única solución eficaz si se producen estas dos circunstancias: la roca que se nos viene encima es tan gigantesca como para provocar una catástrofe global y tenemos poco tiempo para reaccionar.

En la reunión semestral de la Sociedad Astronómica Americana celebrada el mes pasado, el físico David Dearborn, del Lawrence Livermore National Laboratory en Livermore (California, EE.UU.) se mostró a favor de las armas nucleares como estrategia contra los asteroides. La idea consiste en colocar una bomba en el asteroide amenazante y romperlo en mil pedazos antes de que se precipite contra nosotros. El científico ha realizado diferentes simulaciones en laboratorio y asegura que es la mejor opción. El riesgo es que alguna de esas pequeñas piezas descontroladas, mucho más difíciles de detectar, acabe estrellándose contra alguna zona habitada de nuestro planeta, con las gravísimas consecuencias que cualquiera puede imaginar.

Sin embargo, según explica Dearborn en la web Space.com, la fuerza de una explosión nuclear puede ser la opción más práctica y rentable para desviar o fragmentar un asteroide. Otras alternativas son enviar una sonda que choque contra el objeto y desvie su trayectoria, disminuir su masa con alguna especie de dispositivo perforador o usar la fuerza gravitacional de una nave también para provocar un cambio de órbita, todas fórmulas aún muy inmaduras. Dearborn cree que enviar explosivos nucleares al espacio resultaría más barato, debido a su gran cantidad de energía por unidad de masa. Una explosión de otro tipo podría requerir varios lanzamientos.

En quince días

Además, la opción nuclear requiere poco tiempo. Una detonación semejante podría ser realizada quince días antes de la amenaza de impacto de un asteroide de 270 metros -el tamaño del asteroide Apophis, que tiene una oportunidad entre 250.000 de chocar contra la Tierra en 2036-.

No todo son ventajas. Además del peligro de que pequeños trozos de roca vengan hacia nosotros a una velocidad inusitada, existe un problema técnico desde el principio. La composición de los asteroides todavía es un misterio. Son de diversas clases, y algunos pueden ser fragmentados con mayor facilidad que otros.

La propuesta de Dearborn resulta muy polémica y, posiblemente, encontraría una fuerte oposición si se pretendiera llevar a cabo. Por fortuna, el 75% de los grandes asteroides, aquellos de más de un kilómetro capaces de causar una catástrofe planetaria, están ya localizados y ninguno de ellos impactará contra nuestro planeta en un futuro cercano. Son más de 800 rocas que ya no nos preocupan, y las otras 300 que todavía andan por ahí no escaparán de nuestros telescopios si se acercan. Pero si lo hacen…. volvemos a la primera pregunta.


Señales en los cielos Lc.21:25-28

Lc.21:25-26- Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;

 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.

Vivamos para Dios pues lo más importante en la vida es la salvación del alma.Procuremos que si partimos de este mundo, o él viene antes somos para él.

¡Vive para el Señor!

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