Capítulo #4 Arenas Movedizas

arenas movedizasYa les compartí el capítulo #3 del primer libro que estoy escribiendo. Se llama: Emparejarse, ¿Cómo conseguir un novio o una novia espectacular? Gracias por todas las historias, consejos y sugerencias que me enviaron para el mismo.

En las próximas semanas seguiré compartiéndoles cada capítulo según lo vaya escribiendo y estará publicado durante una semana. En ocasiones por las responsabilidades diarias se complica escribir lo que yo quisiera, pero seguro encontraré el tiempo. Usted es mi motivación, deseo que pueda escoger bien a su pareja con la compartirá todos los días de su vida hasta el día de su muerte.

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Capítulo #4 – Arenas Movedizas

Cuando era niño, en la mayoría de películas de aventura aparecían escenas de peligro de las que casi ya no vemos. Personas que caían en arenas movedizas. Según dicen, las arenas movedizas son una mezcla de arena, arcilla, agua salada y aire. Cuando las personas caían en arenas movedizas, lentamente eran tragadas a menos que fueran rescatadas por alguien. Mientras más se movían, más pronto se hundían a su muerte.

Muchos dicen que es un mito que uno se hunda por completo en las arenas movedizas, aunque si uno cae en ellas, sí resulta casi imposible salir pues uno queda atrapado hasta la cintura o a la altura del pecho. Y entonces muere por deshidratación o hambre.

¿Qué hacer si uno cae en arenas movedizas? Solían decir que uno debía echarse hacia atrás y recostarse sobre su espalda con los brazos extendidos y sacar las piernas. Y literalmente al distribuir el peso de nuestro cuerpo sobre la superficie ya no se hundiría porque habría más soporte y poco a poco se podría salir casi que flotando sobre las arenas movedizas haciendo movimientos pequeños hacia afuera.

Pero más que aprender a salir de las arenas movedizas, me gusta más el consejo sobre las decisiones en la vida que da el inversionista Warren Buffett: “Es más fácil evitar caer en un hoyo, que intentar salir de él”.

Y en la búsqueda de un novio o una novia espectacular existen arenas movedizas que es mejor evitar que intentar salir de ellas. Áreas de riesgo muy distintas para hombres y para mujeres. Si identificamos estas áreas de riesgo es más probable que podamos decidir mejor. Decidir primero con la cabeza, antes que con el corazón.

Las arenas movedizas para los hombres suelen ser sus ojos. Los hombres tenemos una debilidad y son nuestros ojos. En la mayoría de los casos lo primero que un hombre ve en una mujer es su cuerpo. Como nos enseñaron en el colegio: cabeza, tronco y extremidades. Todos queremos una mujer preciosa.

Imagínese que usted llega a la agencia de carros de la Mercedes Benz y ve el carro de sus sueños. La pintura impecable, el exterior con detalles en cromo, los aros preciosos, las llantas con el rim y perfil que le gustan, el interior todo de cuero del color que a usted le gusta y con ese olor característico de auto nuevo, el equipo de audio espectacular, en fin todo lo que usted esperaría del carro. El vendedor le dice, este vehículo tiene un descuento del 25%. Usted se emociona pero pregunta ¿Y a qué se debe este descuento? El vendedor le explica que todo en el carro es nuevo y que todo le funciona excepto el motor. ¿Se quedaría con ese carro si sabe que el motor le costará un 50% más del valor del vehículo repararlo con el riesgo que no quede bien?

Esto es precisamente lo que muchos hombre han hecho. Escogieron una mujer preciosa pero que su motor no funcionaba porque resulta ser haragana, irrespetuosa, imprudente, indisciplinada, desorganizada, mala estudiante y mala trabajadora pero es ¡bonita! ¡Una modelo! La escogen esperando repararle el motor y lo único que consiguen en la mayoría de los casos es frustración y dolor. Porque nadie puede cambiar a nadie a menos que ese alguien decida hacerlo  por sí mismo. No comience una relación de novios con la promesa de lo que una mujer será por muy preciosa que ella sea. En otras palabras, asegúrese que quien le gusta es bella por fuera pero también bella por dentro. Entonces si le llama la atención una belleza de mujer, confirme que su interior coincide con el exterior. De lo contrario por muy preciosa que sea, no vale la pena. Su motor no funciona.

Las arenas movedizas para las mujeres suelen ser sus oídos, la imagen mental y sentimientos que aparecen en base a lo que escuchan. Esta es una debilidad que tiene la mujer. No quiere decir que una mujer no busque un hombre apuesto. Pero sí quiere decir que generalmente se enamora más por lo que oye, de la idea que se forma y de lo que siente por el trato tan especial del hombre que le llama la atención, que por lo que mira.

Aunque los hombres tenemos una debilidad que son nuestros ojos, tenemos una fortaleza y es nuestra boca. Y aquí se pone complicada la cosa. El hombre no sólo la trata bien, le habla bien y se vende bien – pues son muy pocos los hombres que hablan de sus debilidades de frente y sobre cómo son en realidad – ¿Qué ocurre entonces? La mujer llega a formarse una idea mental de esa persona por cómo la trata, cómo le habla y los sentimientos que ambas producen en ella. ¿Qué ocurre con los hombres? Que para conquistar a una mujer se portan en la mayoría de casos como no son. Ella se dice: es que él es un hombre cortés, respetuoso, un caballero en su forma de hablar, un buen estudiante, tiene un buen carro y me hace sentir tan especial. Lo que no sabe es que este joven ha hecho una apuesta para que ver si puede conseguir que ella sea su novia.

La realidad es que es un irrespetuoso no sólo en su casa sino con sus amigos, él es un bully. Además es un hombre que con sus amigos utiliza malas expresiones todo el tiempo digno como para no ser contratado por nadie si se expresara así en una entrevista de trabajo. Además ha repetido ya dos veces el mismo grado por lo que de buen estudiante sólo le queda que quiere tanto a su maestra que ¡no quiere cambiar de grado! Tiene un buen carro que ¡no es suyo! Ni siquiera trabaja, su papá se lo compró. Entonces tiene porque el papá tiene. Y por último la hace sentir especial no porque crea que lo sea sino porque va tras una apuesta y quedar bien con sus amigos.

¿Qué ocurre si una mujer se va por lo que oye, por  la imagen mental que se forma del tipo de hombre que la persona es en base a lo que escuchó de él y de otros y toma una decisión basada en los sentimientos que él la hace experimentar? Le va a ir mal, mal, mal. Se va a llevar la decepción de su vida. Porque se va a enamorar de un hombre que no es lo que dice ser, pero que la hace sentir lo que usted quiere sentir. Piensa de él lo que no es.

Tranquilas mujeres, duerman bien hoy. La clave es evitar esta área riesgosa de las arenas movedizas. No le digo que dude de todo lo que un hombre le diga pero sí confírmelo. Si dice que es buen estudiante, confírmelo. Si dice que es disciplinado, confírmelo. Si dice que es un ordenado, confírmelo. Si dice que es un caballero, confírmelo. Y para confirmar lo que un hombre le dice, se necesita de un período de tiempo suficientemente largo como para verlo actuar en distintos ambientes, con distintas personas y usted cual inspectora del FBI va a ver si lo que dice coincide con lo que hace. Si confirma lo contrario, aléjese o sufrirá las consecuencias. No se enamore y mucho menos se case con la idea que usted tiene del hombre, enamórese y cásese con la realidad comprobada.

Y esto se pone mejor o peor, no sé. Las arenas movedizas de ambos sexos presentan las debilidades y los riesgos. Pero ambos sexos tienen a su vez una fortaleza que puede ser una amenaza la debilidad del otro sexo. La debilidad del hombre son sus ojos pero una fortaleza de la mujer es su capacidad seductora. En donde como arma letal utiliza su cuerpo y ese toque femenino dulce y tierno que derrite a los hombres cuando coquetea con su voz, miradas y más. Por otro lado, vimos que la debilidad de la mujer son sus oídos, la imagen que se crea del hombre por lo que oye y por cómo la hace sentir. Y los hombres tenemos una fortaleza: somos caballeros y buenos para hablar cuando así lo queremos. Conocer entonces un poco de las debilidades y fortalezas de cada sexo nos permite evitar las arenas movedizas.

Así que hombres no se vayan sólo por lo que ven. Escojan a una mujer bella por fuera, pero también bella por dentro.

Mujeres, no se vayan por cómo las tratan, cómo les hablan y cómo las hacen sentir. Confirmen si la imagen mental que se han creado de quien la está enamorando es real o una fachada. Enamórese no con una imagen, enamórese con la realidad.

Mi esposa Aixa (se pronuncia Aisha) da siempre un buen consejo y dice: “No se casen con un proyecto”. En otras palabras, no se case con alguien que no es lo que usted quiere pero que cree que usted puede ayudar a cambiar o a ser diferente. Mejor dígase: si cambia como amigos, entonces tal vez un día será un buen candidato o una buena candidata.

Arenas movedizas a la vista… Es una advertencia. De usted depende.

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