Cristianos malcriados

«Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande» Números 11:33

Cuando uno lee acerca de cómo Dios trató a su pueblo en el desierto, podemos llegar a la conclusión errónea de que Dios es tirano que se la pasa castigando a sus hijos, pero no podemos olvidar dos cosas importantes

1) El pueblo hebreo es el pueblo escogido por Dios, son sus hijos y el es su Padre.
2) Ese mismo pueblo se la pasaba quejándose

En este pasaje, el pueblo hebreo se queja porque sólo tienen maná para comer, recuerdan cuando estaban en Egipto y quieren comer «pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos» Números 11:5. Esto ofende a Dios ya que él les proveía el alimento que necesitaban, pero los hebreos querían más. Entonces Dios les da codornices, pero ellos agarran montones llenos de codicia y Dios los castiga con una plaga muy grande

¿Cómo es posible que un Dios amoroso haga eso? se puede preguntar alguien, y yo puedo contestar esa pregunta con otra ¿cómo es posible que un padre que ama a su hijo lo castiga cuando hace algo incorrecto? pues es precisamente ese amor el que lleva al padre a corregir a su hijo, y es ese amor de Dios el que hizo que corrigiera al pueblo de su error.

Pero no critiquemos al pueblo hebreo ya que muchas veces nosotros nos quejamos ante Dios, no agradecemos lo que tenemos sino que añoramos más y nos sentimos tristes y desolados por las cosas que no tenemos, muchas veces nos convertimos en unos cristianos malcriados ¡debemos arrepentirnos antes de que tengamos que ser corregidos duramente por nuestro Padre Celestial!

En este pasaje aprendo que no debo quejarme por lo que no tengo, sino agradecer lo que si tengo


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.