A pesar de los problemas que ya tenemos en el mundo con los recursos naturales, científicos piensan que podríamos tenerlos con los extraterrestres.
Así al menos lo expresó el famoso científico y astrofísico de origen Inglés Stephen Hawking, que aseguró que de acuerdo a su concepción matemática del universo es casi seguro ‘que exista vida inteligente fuera de la tierra’.
El, en varias manifestaciones publicas y en una serie del canal ‘Discovery Channel’ manifestó el peligro que pudiera ser el contacto con extraterrestres.
El teoriza que estos pudieran ser nómades, que habiendo devastado sus propios planetas, estarían al acecho y podrían venir a nuestro globo en busca de recursos naturales.
Esta llegada, según él, podría ser vista como lo fue el Descubrimiento de América en la óptica de los indígenas.
De esta manera el profesor Hawking supone que en lugar de tratar de comunicarse activamente con seres alienígenas los humanos deberían hacer todo lo posible por evitar el contacto.
A su criterio, las personas sólo tienen que observarse a sí mismas para darse cuenta de cómo un organismo inteligente puede tornarse en algo que no se quisiera conocer.
Como cristianos debemos responder a estas suposiciones empezando por decir que si bien el hombre ha caído de su condición perfecta delante de Dios, sigue siendo la cabeza de la creación y sigue de alguna manera siendo Imagen de Dios en la tierra.
Reconocemos las grandes injusticias que hemos hecho, pero también debemos reconocer la bendición y los logros que la civilización ha traído a América.
También podríamos decir que si existen estos seres que se apuren, que ya han dejado pasar lo mejor, cuando lleguen no les dejaremos mucho. El hecho que no tenemos evidencia en estos milenios que estos posibles extraterrestres hayan venido como langostas a devastar la tierra, no significa según el hipotético caso que plantea el profesor Hawking que vengan justo ahora.
También suponer que existen otros seres no es nada nuevo para los cristianos. La Biblia menciona que existen otros seres buenos y malos según su alineación con Dios.
Caratulándolos como ángeles, arcángeles, Serafines, querubines, potestades, dominios, vigilantes, etc.
Aquí ponemos algunos ejemplos:
Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Ef 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Observemos este versículo en el libro de Daniel:
Dan 4:17 La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Hay seres celestiales que se los denomina en la Biblia ‘vigilantes’ que velan y están al cuidado de los sucesos terrenos que han sido encomendados por Dios.
Veamos ahora este otro texto de Isaías que habla del día del juicio:
Isa 13:4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
Isa 13:5 Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.
Isa 13:6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
Bien claro manifiesta en el texto que los instrumentos serán tropas que vienen de lejana tierra y delo postrero de los cielos (no de lo postrero de la tierra)
Como cristianos debemos saber que Dios tiene el control de esta tierra y de sus sucesos, y nada en los cielos o en la tierra nos podrá separar de Su Amor. Como dice en Romanos 8:38
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, Rom 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
No importa como lo llamen, extraterrestres, demonios, aliens o cualquiera fuera su nombre, si reconocen que Cristo el Hijo de Dios que vino y se hizo hombre y resucitó de entre los muertos pertenece a Dios, sino no. Jn 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
1Jn 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
1Jn 4:3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
Sean lo que sean ninguno nos podrá separar de Cristo.
No os dejemos engañar por ovnis que aparezcan o cosas extrañas. Al que tenemos que esperar de los cielos es al Rey.
Hch 1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
Hch 1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
No especulemos con cosas que no sabemos. Esperemos fielmente al que viene a buscarnos y luego a reinar.
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