La Salvación del Alma y del Cuerpo.

Cruz 040313El que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales.Romanos 8:11.

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?Hebreos 2:3.

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La desobediencia a Dios trae terribles consecuencias para todos los humanos. Sin relación con su Dios creador, y entregado a sus propios pensamientos, el hombre está perdido, muerto para Dios. Además, ¿quién escapó a esta sentencia divina: “ciertamente morirás”? (Génesis 2:17). De ahí la necesidad de ser salvo de esta muerte, y de aceptar personalmente la salvación de Dios: La salvación del alma para obtener una vida nueva y eterna con Dios; y la salvación de nuestro cuerpo que será transformado a semejanza del cuerpo de Cristo. Jesús obtuvo para nosotros, mediante su muerte y su resurrección, esa salvación completa y perfecta, la cual ofrece todavía a todos los que se arrepienten de sus faltas.

Hoy el cristiano puede conocer la realidad de esta expresión: “Para mí el vivir es Cristo”. Y mañana, si ya no está en este mundo, su alma salvada descansará junto a Jesús, porque para él morir es “estar con Cristo” (Filipenses 1:21, 23). Cuando Jesús vuelva, los muertos en Cristo resucitarán y los creyentes que estén vivos en la tierra serán transformados. Los unos y los otros irán a la casa del Padre.

Dios también se encargará de los cuerpos de los que no creyeron. Los encontrará donde estén para que comparezcan ante el trono de juicio en el cual estará Aquel que quería salvarlos. Permanecerán perdidos, con remordimientos y amargados por no haber aceptado la salvación de Dios.


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