«Llevando cautivo todo pensamiento.» ( 2 Corintios 10 :5)
Me rodearon como abejas», dice el salmista .
Cada segundo recibimos el ardor de algún dardo de fuego, alguna imaginación, algún recuerdo, alguna aprensión, algún temor, alguna preocupación, y Dios permite que nos ataquen para que podamos destruirlos a ellos y armarnos nosotros de tal manera que no puedan hacernos daño nunca más. La única manera de estar armados es resistirlos a ellos y a la fuente de donde proceden.
Hay un mundo de verdad aquí que la mayoria de los creyentes han pasado por alto. Le dan su espirítu y corazón al Señor, pero se quedan con su mente. Nuestro intelecto debe ser santificado, crucificandolo y reemplazándolo con la mente de Cristo.
El único remedio para los malos pensamientos es dejar de pensar por completo nuestros propios pensamientos; espiritualmente hablando, que seamos decapitados y por consiguiente, liberados de la mente natural así como del corazón natural. Así que Dios nos hará aprender la difícil tarea de dejar de pensar. No sólo trataremos de pensar bien, sino que detendremos nuestros pensamientos y esperaremos a que Él nos dé su mente.
Tal vez le parezca una aniquilación, pero usted llegará a esto si es que quiere entrar en la vida más profunda, más dulce y más fuerte , hasta el punto de tener temor de pensar si Dios no piensa primero por usted.
Le ha entregado a Dios sus pensamientos? Ha aprendido ael significado del clamor de David : «Aborrezco los pensamientos, pero amo tu ley»? A.B Simpson
«Descuidar los pensamientos es tan peligroso como jugar con explosivos «
Cierre esa puerta con llave!!
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