Mateo capitulo 26


Bendiciones hermanos.




Continuamos con la lectura del libro de Mateo, hoy con la lectura del capitulo 26, que contiene ocho temas como,
el complot contra Jesús, Jesús es ungido en Betania, Judas ofrece entregar a Jesús, Jesús anuncia la negación de Pedro, Jesús ora en Getsemaní, arresto de Jesús, Jesús ante el Concilio y Pedro niega a Jesús.


Padre, gracias por este día en el que podemos comenzar, sabiendo que somos salvos por tu inmenso amor, te alabamos y te adoramos, ponemos en tus manos la guía de la lectura diaria, para que por medio de tu espíritu nos reveles el conocimiento, que nos transforme en mejores personas para dar un testimonio digno de tu amor, te pedimos que cubras este foro de todo mal y nos guíes por el camino recto, te lo pedimos en el nombre de Jesús amen.


Mateo
Capítulo 26

El complot contra Jesús
(Mc 14.1-2; Lc 22.1-2; Jn 11.45-53)


26:1 Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos:


26:2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.


26:3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,


26:4 y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle.


26:5 Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.


Jesús es ungido en Betania

(Mc 14.3-9; Jn 12.1-8)



26:6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,


26:7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.


26:8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?


26:9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.


26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.


26:11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.


26:12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.


26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.


Judas ofrece entregar a Jesús

(Mc 14.10-11; Lc 22.3-6)



26:14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,


26:15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.


26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.


26:17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?


26:18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.


26:19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.


26:20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.


26:21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.


26:22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?


26:23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar.


26:24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.


26:25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.


26:26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.


26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;


26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.


26:29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.


Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mc 14.26-31; Lc 22.31-34; Jn 13.36-38)



26:30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.


26:31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.


26:32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.


26:33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.


26:34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.


26:35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.


Jesús ora en Getsemaní

(Mc 14.32-42; Lc 22.39-46)



26:36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.


26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.


26:38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.


26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.


26:40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?


26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.


26:42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.


26:43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.


26:44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.


26:45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.


26:46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.


Arresto de Jesús

(Mc 14.43-50; Lc 22.47-53; Jn 18.2-11)



26:47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.


26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.


26:49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.


26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.


26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.


26:52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.


26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?


26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?


26:55 En aquella hora dijo Jesús a la gente:¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.


26:56 Más todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.


Jesús ante el Concilio

(Mc 14.53-65; Lc 22.54,63-71; Jn 18.12-14,19-24)



26:57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos.


26:58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin.


26:59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte,


26:60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,


26:61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.


26:62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?


26:63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.


26:64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.


26:65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.


26:66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!


26:67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,


26:68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.


Pedro niega a Jesús

(Mc 14.66-72; Lc 22.55-62; Jn 18.15-18,25-27)



26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.


26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.


26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.


26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.


26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.


26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.


26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces.Y saliendo fuera, lloró amargamente.




Notas:


Mateo 26:1 Cuando acabó Jesús todas estas palabras: Véase Mt 7.28.

Mateo 26:2 Pascua: fiesta que conmemora la liberación de los israelitas de su esclavitud en Egipto (Ex 12.1-27; Dt 16.1-8); (La Semana Santa del actual calendario cristiano cae aprox. en las mismas fechas de la Pascua judía, ya que la pasión de Jesús tuvo lugar durante la semana de esta fiesta.)

Mateo 26:3 Sumo sacerdote: el principal sacerdote judío, o jefe de los sacerdotes; véase Concordancia temática.

Mateo 26:5 Para que no se haga alboroto…: Véase Mc 14.1-2.

Mateo 26:6 El relato de esta sección tiene muchas semejanzas con el de Lc 7.37-38.

Mateo 26:6 Simón el leproso: Probablemente se trata de uno que antes había padecido de lepra.

Mateo 26:7 Alabastro: piedra blanda y fina con la que se fabricaban frascos para perfume.

Mateo 26:11 Dt 15.11.

Mateo 26:12 Entre los judíos, el dar sepultura respetuosa a los muertos era considerado como un acto de caridad aún más encomiable que dar limosna a los pobres.

Mateo 26:15 Precio tradicional de un esclavo (Ex 21.32; cf. también Zac 11.12).

Mateo 26:17 Fiesta de los Panes sin levadura: fiesta judía que duraba siete días a partir de la Pascua. En la Pascua misma se celebraba una cena familiar en la que se comía el cordero sacrificado para tal ocasión (Lc 22.7.).

Mateo 26:18 Se puede pensar que Jesús había hecho algún arreglo previo; véase Lc 22.10-11.

Mateo 26:19 Dt 16.5-8.

Mateo 26:20 Se sentó a la mesa: lit. se recostó. En ocasiones como esta, no se usaban sillas, sino que los comensales se recostaban sobre divanes, apoyándose en el brazo izquierdo (cf. Jn 13.23).

Mateo 26:23 Jn 13.18; cf. Sal 41.9. Había un plato común lleno de salsa dulce en el que se remojaba el pan y las «hierbas amargas» (Ex 12.8); el traidor estaba ya a punto de romper la solidaridad que aquel acto significaba.

Mateo 26:26 Además de los pasajes paralelos, cf. Jn 6.51-58.

Mateo 26:28 Mi sangre del nuevo pacto: Cf. Ex 24.6-8; Jer 31.31-34; Zac 9.11; Heb 10.29; 13.20; véase Lc 22.20.

Mateo 26:28 Cf. Ro 3.25; Ef 2.13; 1 Jn 1.7.

Mateo 26:29 Véase Mt 8.11.

Mateo 26:30 Cantado el himno: o el salmo. Por lo general, la cena de la Pascua comenzaba con el canto de los Salmos 113–114, y terminaba con los Salmos 115–118.

Mateo 26:31 Jesús cita Zac 13.7, pasaje en el que Dios ordena a la espada que mate al pastor, o sea al jefe, exponiendo así al pueblo a la prueba final, de la cual saldrá un resto fiel (Zac 13.8-9). Cf. también Jn 16.32.

Mateo 26:32 Mt 28.7,10,16; Mc 16.7; cf. Jn 21.1.

Mateo 26:34 Respecto al canto del gallo, véase 26.75.

Mateo 26:36 Jn 18.1. Getsemaní: un jardín o huerto cerca de Jerusalén; el sitio tradicional, y probablemente auténtico, se halla al pie del Monte de los Olivos.

Mateo 26:37 Los dos hijos de Zebedeo: Santiago y Juan.

Mateo 26:38 Sal 42.6; Jn 12.27.

Mateo 26:39 Esta copa: imagen usada para referirse al sufrimiento, al castigo o a una prueba difícil (cf. Is 51.17; Ez 23.31-34). Cf. también Heb 5.7-8.

Mateo 26:41 En tentación: Véase Lc 22.40.

Mateo 26:45 ¡Dormid ya y descansad!: dicho con un toque de ironía. Otra posible traducción: ¿Seguís durmiendo y descansando?

Mateo 26:49 El beso en la mejilla era un saludo de respeto que un discípulo daba al rabino a quien reconocía como maestro.

Mateo 26:50 ¿A qué vienes?: o Adelante con tus planes.

Mateo 26:53 Doce legiones: En el ejército romano, una legión se componía de un máximo de 6000 soldados.

Mateo 26:55 Lc 19.47; 21.37; Jn 18.19-21.

Mateo 26:57 Caifás fue Sumo sacerdote, o sea, jefe de los sacerdotes judíos, durante los años 18-36 d.C. Mt y Mc mencionan primero una reunión del Sanedrín o Junta suprema de los judíos (Mt 26.57-75; Mc 14.53-72), durante la noche, para formular los cargos contra Jesús. La sesión de la mañana (Mt 27.1-2; Mc 15.1) debió de convocarse para ratificar el acuerdo tomado en la noche.

Mateo 26:60 Según la Ley judía, era necesario contar con dos o más testigos que concordaran (Nm 35.30; Dt 19.15).

Mateo 26:61 Cf. Jn 2.19-22; además, Jesús había anunciado a sus discípulos la destrucción literal del templo (Mt 24.1-2).

Mateo 26:62 ¿No respondes… contra ti?: otra posible traducción: ¿No contestas nada a lo que estos dicen contra ti?

Mateo 26:63 Mt 27.12,14; Lc 23.9; Jn 19.9. Cf. Is 53.7.

Mateo 26:64 Tú lo has dicho: respuesta enigmática, que puede significar Eres tú quien lo dices o Así es, como tú lo has dicho (cf. Mt 27.11.).

Mateo 26:64 Sal 110.1; Dn 7.13. Del poder de Dios: Véase Mc 14.62.

Mateo 26:66 Jn 19.7; cf. Lv 24.15-16.

Mateo 26:67 Is 50.6; 53.5.

Mateo 26:74 A maldecir y a jurar: es decir, exponiéndose a maldición en caso de no decir la verdad.

Mateo 26:75 Según el uso romano, se hablaba del primer canto del gallo para referirse al fin de la tercera vigilia de la noche (que terminaba aprox. a las tres de la mañana); pero aquí, el canto mismo del gallo es el que sirve como recordatorio a Pedro de las palabras de Jesús (v. 74-75).


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