Mi amado es mío, y yo suya…

¡Nuestro Amado viene, viene a buscar a su iglesia! No una Denominación, sino a Su pueblo fiel. Pronto oiremos la voz del Amado que viene a buscarnos.

El Cantar de los Cantares

2:8 ¡La voz de mi amado! He aquí él viene
Saltando sobre los montes,
2:10 Mi amado habló, y me dijo:
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
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2:14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes,
Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz;
Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
2:15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas;
Porque nuestras viñas están en cierne.
2:16 Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios.
2:17 Hasta que apunte el día, y huyan las sombras,
Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo
Sobre los montes de Beter.