Les recomiendo * a nuestra hermana Febe, que está al servicio de la iglesia de Cencreas. Acójanla en el nombre del Señor, como debe hacerse entre creyentes, y atiéndanla en todo cuanto necesite de ustedes, pues también ella se ha desvelado por ayudar a muchos, entre ellos, a mí mismo.
Aunque únicamente hago a referencia a Febe el apóstol Pablo hace mención a más de veinte personas en sus palabras finales a los cristianos que se reunían en la ciudad de Roma. El apóstol, quien tenía una increíble responsabilidad de cuidado espiritual de una buena cantidad de comunidades de seguidores de Jesús -prueba de ello son las múltiples cartas que escribió incluyendo aquellas que se han perdido- tiene una sensibilidad especial por los individuos y sus necesidades y también por su situación personal. De este modo vemos al líder, el gran líder y estratega del movimiento cristiano, estando al caso de personas con nombres y apellidos, con historias, personas únicas y singulares.
Esto, al acabar la epístola de los romanos me hace pensar en la importancia y necesidad de ser personal en nuestro seguimiento de Jesús y me lleva a preguntarme quienes serían las personas que estarían en esa lista de gente por las cuales debo preocuparme. Pablo me reta, por medio de su ejemplo, a ser personal, a estar orientado a la gente, a tomar responsabilidad, a entender las necesidades de los demás como propias y asumirlas como agente de restauración.
¿Tienes una lista semejante? Y si es así ¿Quien la compone? Y si no es así ¿Quien debería componerla?
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