«En la abundancia de su gloria, quiera Dios, por su Espíritu, que nuestro ser interior sea hecho capaz de crecer en poder, de tal manera que Cristo viva en nuestros corazones por la fe.
Y que entonces, plantados en el amor y construidos sobre el amor, junto a todos los santos de Dios, tengamos la visión de la anchura y la longitud, la altura y profundidad.
Para que, conociendo el amor de Cristo, que está más allá de todo conocimiento, podamos ser llenados de la plenitud total de Dios.
Gloria sea a Él cuyo poder, obrando en nosotros, puede hacer infinitamente más de lo que nosotros podemos pedir o imaginar; gloria sea a Él de generación en generación en la Iglesia,
y en Cristo Jesús. Por los siglos de los siglos. Amén.
(Efesios 3:16-21)»
Parafraseado por Henri Nouwen. Pan Para El Viaje. Una oración final.
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