La petición para cambiar las entrevistas de los obispos mormones a los niños supera las 11.000 firmas; los activistas piden que se ponga fin a la práctica ‘inmediatamente, hoy’. Bob Mims (“The Salt Lake Tribune”, 18 de enero de 2018)
Una campaña de petición exigiendo el cese de la práctica de la Iglesia SUD de entrevistas individuales a puertas cerradas por parte de los obispos con niños – a veces incluyendo preguntas sobre asuntos sexuales – había recogido 11.493 firmas hasta el jueves.
En una conferencia de prensa, el organizador Sam Young, un ex obispo mormón, dijo que la petición será presentada el 30 de marzo en la sede de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el centro de Salt Lake City.
Pero Young, un hombre de negocios de Houston que se describe a sí mismo como un mormón activo, dijo a un grupo de 75 personas que los “principales líderes de la iglesia” no deberían “esperar la petición” para “inmediatamente, hoy” ordenar el fin de estas entrevistas explícitas y privadas.
La Iglesia SUD, que emitió una larga declaración el mes pasado a la petición, no respondió el jueves a las nuevas demandas.
En diciembre, la iglesia declaró que estas entrevistas son una “parte importante del ministerio” y señaló que sus líderes laicos “están instruidos para ser sensibles al carácter, las circunstancias y la comprensión” de sus feligreses.
“Se les aconseja no ser innecesariamente indagadores o invasivos en sus preguntas”, escribió el portavoz de la iglesia Eric Hawkins, “pero deben permitir que una persona joven comparta sus experiencias, luchas y sentimientos”.
Aún así, Young instó a los padres mormones a descargar una carta de la página web www.ProtectLDSChildren.org para no sólo “establecer límites” para las entrevistas obispo-hijo – incluyendo una prohibición de preguntas sexuales – sino también para insistir en que un padre esté presente.
Young lanzó la petición el 21 de octubre con una meta inicial de 10.000 firmas; la aprobó en Nochebuena.
Mientras repetía historias anteriores de supuestos encuentros obispo-niño que iban desde el incómodo y detallado cuestionamiento de la actividad sexual de los jóvenes hasta el abuso sexual y la violación, Young enfatizó que “la gran mayoría de los obispos[SUD] son buenos hombres”.
Aún así, él y otros oradores – Joelle Casteix, defensora de las víctimas de abuso sexual en Newport Beach, California, quien es la líder regional occidental de SNAP (Survivors Network of those Abused by Priests), y Natasha Parker, terapeuta de matrimonios y familias sexuales, de Wichita, Kansas – señalaron “más de 1.000 historias de sobrevivientes, algunas de las cuales incluían intentos de suicidio o suicidios realizados que supuestamente se derivan de la vergüenza sexual de los jóvenes de los SUDs durante las entrevistas eclesiásticas.
Los detalles de un evento de la Marcha para los Niños todavía estaban siendo desarrollados, pero Young dijo que está planeado para comenzar en el Ayuntamiento de Salt Lake City y luego avanzar a lo largo de una ruta de cinco cuadras hasta el Edificio de Oficinas de la Iglesia SUD.
