El cristianismo es siempre blanco del más grande genocidio a grande escala mundial y los medios de comunicación siempre permanecen en silencio
La acción de Boko Haram para aniquilar a los cristianos en Nigeria, así como los ataques del extremismo religioso en otros países donde los seguidores de Jesucristo son una minoría, es siempre tratada como un caso aislado y menor en los principales medios de comunicación, lo que niega firmemente que el cristianismo es actualmente la fe que sufre la mayor persecución en el planeta.
Un artículo de Wagner Hertzog aborda el tema bajo la perspectiva de que el cristianismo es una fe destinada a la persecución, porque Jesús mismo advirtió, en Mateo 24:9, que sus seguidores serían “personas odiadas por todas las naciones”.
“El desprecio por la vida humana -especialmente cuando las creencias o ideologías políticas totalitarias están luchando duramente para llegar a ser supremas y soberanas en un territorio, sociedad o país determinado, como es el caso de China, por ejemplo- es evidente cuando cientos de cristianos son brutalmente asesinados como resultado de sus creencias religiosas, pero absolutamente nadie en los principales medios de comunicación nacionales e internacionales -y es importante recalcarlo, absolutamente nadie-, le da importancia a este hecho, que, además de ser relevante, es de una gravedad más urgente”, criticó Hertzog en su artículo publicado en el portal de JM News.
“En las raras ocasiones en que se menciona el genocidio de los cristianos, los hechos se distorsionan deliberadamente para que la culpa de las masacres no recaiga en los agresores, los musulmanes. También es normal omitir la religión de las víctimas. Definitivamente, nunca hemos encontrado la palabra Cristofobia en ninguna publicación. La palabra islamofobia, por otro lado, ha entrado en la lengua vernácular diaria”, añadió.
Este hallazgo también lo hizo el periodista Reinaldo Azevedo, quien en 2017 publicó en su blog de la revista Veja una denuncia similar: “Hay, sí, una religión perseguida en el mundo de hoy. ¡Es el cristianismo! Casi todas las muertes por persecución religiosa se producen contra los cristianos: en Nigeria, en Sudán, en Indonesia, en casi todos los países árabes, sean o no aliados de Occidente. Hay casi dos millones de católicos filipinos trabajando en Arabia Saudita, haciendo el servicio que los nativos se niegan a hacer. Se les prohíbe adorar su religión. La transgresión se considera un delito grave. En Nigeria, Sudán o Indonesia, no se queman copias de la Biblia; ¡se queman personas! Nadie da el más mínimo interés porque, después de todo, el cristianismo es considerado una religión occidental, lo que, hay que decir, esto es otra estupidez histórica”.
La explicación de esta postura de la prensa, en general, es señalada por Hertzog como resultado de una posición ideológica: “Esto sucede porque una parte significativa de los medios de comunicación globales son progresistas, y la progresividad es un oponente tenaz del cristianismo. Como una filosofía política que lleva los valores beligerantes de Satanás, el diablo no podía ser diferente. Es obvio que el cristianismo siempre estará en la mira de esta ideología agresiva y calumniosa”.
“Hoy en día, los cristianos nigerianos son víctimas de genocidio, siendo brutalmente masacrados a manos de tribus yihadistas, que están llevando a cabo una verdadera campaña de limpieza étnica en el territorio. El objetivo de los extremistas es eliminar a los cristianos de la región. Sin embargo, la parte más deplorable de la tragedia es que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños. En su sanguinaria, brutal y violenta sed de sangre, los bárbaros musulmanes no perdonan ni siquiera la vida de frágiles niños, indefensos e inocentes. Desde principios de 2018, se estima que unos 6.000 cristianos han sido asesinados. Las comunidades cristianas en Nigeria -tanto católicas como protestantes- están unidas en protestas para llamar la atención de las autoridades políticas sobre la tragedia, pero el gobierno sigue siendo completamente omisivo y negligente, sin ofrecer ayuda alguna a los refugiados y perseguidos. Su indiferencia criminal muestra de qué lado están”, dijo Hertzog.
La mayor persecución de los cristianos tiene lugar a manos de extremistas musulmanes. Hecho indiscutible. La religión, que se organiza para ocupar, a través de la inmigración, a toda la sociedad occidental, planea muy enfáticamente crecer en sociedades en las que son minoría: en mayo de 2018, un líder islámico brasileño reveló planes para hacer de la religión la tercera más grande de Brasil en poco tiempo; en 2014, Turquía propuso financiar la construcción de mezquitas en Sudamérica.
Según la Misión Puertas Abiertas, la mayoría de los países en la lista de los 50 mayores perseguidores de cristianos son naciones de predominio musulmán. “Los medios de comunicación insisten en ignorar sistemáticamente las agresiones que los cristianos sufren a diario. Hoy en día, al menos 245 millones de cristianos viven en territorios hostiles al cristianismo. Asia y África, sin duda, son los peores continentes para los practicantes del cristianismo.
