Estudio Bíblico | Explicación de Levítico 11:20 | Comentario Bíblico Online
I. La ley concerniente a los insectos voladores como moscas, avispas, abejas, etc. De éstos no deben comer (v. Lev 11:20), ni son apropiados para ser comidos; pero había varias clases de langostas que en aquellos países constituían buen alimento y se usaban mucho; Juan el Bautista se alimentaba de ellas en el desierto y están aquí permitidas (vv. Lev 11:21-22).
II. Acerca de los animales que se mueven sobre la tierra estaban prohibidos (Lev 11:29-30, Lev 11:41-42). El polvo es el alimento que conviene a estos animales (Gén 3:14), y por ello no son alimento adecuado para el hombre.
III. En cuanto a los cadáveres de todos estos animales inmundos: 1. Todo el que los tocase quedaba inmundo hasta la noche (vv. Lev 11:24-28). Contraían una impureza ceremonial, que, durante ese tiempo, les impedía venir al tabernáculo de reunión, o comer de alguna de las cosas santas, o incluso conversar familiarmente con sus vecinos. Pero esta impureza duraba sólo hasta la noche. Y nosotros debemos aprender, al renovar nuestro arrepentimiento cada noche por los pecados del día, a quedar limpios por la sangre de Cristo de la contaminación que ocasionan a nuestro ser, para que así no nos acostemos en nuestra impureza. 2. Incluso las vasijas, u otros objetos, en los que cayesen dichos cadáveres, quedaban impuros hasta la noche (v. Lev 11:32), y si se trataba de objetos de barro, habían de ser rotos (v. Lev 11:33). Deberíamos preservar nuestras almas de infinito precio de las contaminaciones del pecado y limpiarlas de las ya contraídas con la misma diligencia y rapidez con que ellos tenían que preservar y limpiar sus cuerpos y los objetos de sus casas de esas inmundicias ceremoniales.