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Jonás 4 - Biblia al día 1989

El enojo de Jonás

1. Pero esto disgustó mucho a Jonás, y le hizo enfurecerse.

2. Así que oró al Señor de esta manera:—¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor,

3. Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo!

4. ¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —le respondió el Señor.

5. Jonás salió y acampó al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver qué iba a suceder con la ciudad.

6. Para aliviarlo de su malestar, Dios el Señor dispuso una planta, la cual creció hasta cubrirle a Jonás la cabeza con su sombra. Jonás se alegró muchísimo por la planta.

7. Pero al amanecer del día siguiente Dios dispuso que un gusano la hiriera, y la planta se marchitó.

8. Al salir el sol, Dios dispuso un viento oriental abrasador. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que éste desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!»

9. Pero Dios le dijo a Jonás:—¿Tienes razón de enfurecerte tanto por la planta?—¡Claro que la tengo! —le respondió—. ¡Me muero de rabia!

10. El Señor le dijo:—Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció.

11. Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?