Colosenses 3 - Biblia de Jerusalem 19761. Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. 3. Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios. 4. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. La vida antigua y la nueva5. Por tanto, mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría, 6. todo lo cual atrae la cólera de Dios sobre los rebeldes, 7. y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais entre ellas. 8. Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca. 9. No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras, 10. y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, 11. donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. 12. Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, 13. soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. 14. Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección. 15. Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos. 16. La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados, 17. y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre. Deberes sociales de la nueva vida18. Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 20. Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el Señor. 21. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se vuelvan apocados. 22. Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos de este mundo, no porque os vean, como quien busca agradar a los hombres; sino con sencillez de corazón, en el temor del Señor. 23. Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, 24. conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa. El Amo a quien servís es Cristo. 25. El que obre la injusticia, recibirá conforme a esa injusticia; que no hay acepción de personas. |