Jonás 4 - Biblia de Jerusalem 3-EdicionEl enojo de Jonás1. Jonás sintió un gran disgusto, se enfureció 2. y oró así a Yahvé: "¡Ay, Yahvé! Ya lo decía yo cuando estaba todavía en mi tierra y por eso me apresuré a huir a Tarsis: pues sabía que tú eres un Dios clemente, compasivo, paciente y generoso, que se arrepiente del castigo. 3. Así que, Yahvé, quítame la vida, pues prefiero morirme a estar vivo." 4. Pero Yahvé le dijo: "¿Te parece bien enfurecerte así?" 5. Jonás salió de la ciudad y se instaló al oriente; allí se hizo una choza y se sentó a su sombra, para ver qué sucedía en la ciudad. 6. Entonces Yahvé hizo crecer una planta de ricino por encima de la cabeza de Jonás para darle sombra y librarlo así de su malestar. Jonás se puso muy contento con aquel ricino. 7. Pero al día siguiente, al rayar el alba, Yahvé envió un gusano, que dañó al ricino y éste se secó. 8. Al salir el sol, Dios mandó un sofocante viento solano. El sol atacó a la cabeza de Jonás, que empezó a desfallecer y se deseó la muerte, diciendo: "¡Prefiero morirme a estar vivo!" 9. Entonces Dios dijo a Jonás: "¿Te parece bien enfurecerte por el ricino?" Respondió: "¡Sí, me parece bien enfurecerme hasta la muerte!" 10. Y Yahvé replicó: "Tu te compadeces de un ricino que no te ha costado hacer crecer, que al cabo de una noche apareció y al cabo de otra pereció. 11. ¿Y no voy yo a compadecerme de Nínive, la metrópoli, donde viven más de ciento veinte mil personas que no distinguen el bien del mal, y una gran cantidad de animales?" |