Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Ezequiel 3 - Biblia de Jerusalén 1998

1. Y me dijo: "Hijo de hombre, come lo que se te ofrece, come este rollo y ve luego a hablar a la casa de Israel."

2. Yo abrí mi boca y él me hizo comer el rollo,

3. y me dijo: "Hijo de hombre, aliméntate y sáciate de este rollo que yo te doy." Lo comí y fue en mi boca dulce como la miel.

4. Entonces me dijo: "Hijo de hombre, ve a la casa de Israel y háblales con mis palabras.

5. Pues no eres enviado a un pueblo de habla oscura y de lengua difícil, sino a la casa de Israel;

6. no a pueblos numerosos, de habla oscura y lengua difícil, cuyas palabras no entenderías. Por cierto, si te enviara a ellos, te escucharían.

7. Pero la casa de Israel no querrá escucharte a ti, porque no está dispuesta a escucharme a mí, ya que toda la casa de Israel es de dura cerviz y corazón obstinado.

8. Mira, yo endurezco tu rostro como el de ellos, y tu frente tan dura como la suya;

9. yo he hecho tu frente como el diamante, que es más duro que la roca. No les temas, no tengas miedo de ellos, porque son una casa rebelde."

10. Luego me dijo: "Hijo de hombre, todas las palabras que yo te dirija, guárdalas en tu corazón y escúchalas atentamente;

11. anda, ve donde los deportados, a los hijos de tu pueblo; les hablarás y les dirás: "Así dice el Señor Yahvé", escuchen o no escuchen."

12. Entonces, el espíritu me levantó y oí a mis espaldas el estruendo de un gran terremoto: "Bendita sea la gloria de Yahvé, en su lugar",

13. (el ruido que hacían las alas de los seres al batir una contra otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos, estruendo de un gran terremoto).

14. Entonces el espíritu me levantó y me arrebató; yo iba amargado, con el ánimo enardecido, mientras la mano de Yahvé pesaba fuertemente sobre mí.

15. Llegué donde los deportados de Tel Abib que residían junto al río Quebar - aquí residían ellos -, y permanecí allí siete días, aturdido, en medio de ellos.

El atalaya de Israel

16. Al cabo de los siete días, la palabra de Yahvé se dirigió a mí en estos términos:

17. "Hijo de hombre, te he constituido centinela de la casa de Israel. Cuando oigas una palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte.

18. Cuando yo diga al malvado: "Vas a morir", si tú no le das la alarma, si no le hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta y viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre te pediré cuentas a ti.

19. Pero si tú adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.

20. Y si el justo se aparta de su justicia y comete injusticia, yo pondré un obstáculo ante él y morirá; por no haberle advertido tú, morirá por su pecado y no se recordará la justicia que había practicado, pero de su sangre te pediré cuentas a ti.

21. Pero si tú adviertes al justo que no peque, y él no peca, ciertamente vivirá él por haber sido advertido, y tú habrás salvado tu vida."

El profeta mudo

22. Allí vino sobre mí la mano de Yahvé; me dijo: "Levántate, sal a la vega, y allí te hablaré."

23. Me levanté y salí a la vega, y allí estaba parada la gloria de Yahvé, semejante a la gloria que yo había visto junto al río Quebar, y caí rostro en tierra.

24. Entonces, me invadió el espíritu y me puso en pie, y me habló. Me dijo: "Ve a encerrarte en tu casa.

25. Hijo de hombre, he aquí que te van a echar cuerdas y te atarán con ellas, de modo que no puedas salir en medio de ellos.

26. Voy a pegar tu lengua al paladar, te quedarás mudo y dejarás de ser su acusador, porque son una casa rebelde.

27. Pero cuando vuelva a hablarte, abriré tu boca y les dirás: "Así dice el Señor Yahvé"; el que quiera que escuche y el que no, que lo deje; porque son una casa rebelde.