Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Jeremías 2 - Biblia de Jerusalén 1998

Jehová y la apostasía de Israel

1. Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos:

2. Ve y grita a los oídos de Jerusalén: Así dice Yahvé: De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo; aquel seguirme tú por el desierto, por la tierra no sembrada.

3. Consagrado a Yahvé estaba Israel, primicias de su cosecha. "Quienquiera que lo coma, será reo; mal le sucederá" - oráculo de Yahvé -.

4. Oíd la palabra de Yahvé, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.

5. Así dice Yahvé: ¿Qué encontraban vuestros padres en mí de torcido, que se alejaron de mi vera, y yendo en pos de la Vanidad se hicieron vanos?

6. En cambio no dijeron: "¿Dónde está Yahvé, que nos subió desde Egipto, nos llevó por el desierto, la estepa y la paramera, por tierra seca y sombría, una tierra intransitada en donde nadie se asienta?"

7. Luego os traje a la tierra del vergel, para comer sus deliciosos frutos. Llegasteis y ensuciasteis mi tierra, y pusisteis mi heredad asquerosa.

8. Los sacerdotes no se decían: "¿Dónde está Yahvé?"; ni los peritos de la Ley me conocían; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaban por Baal, y en pos de los Inútiles andaban.

9. Por eso sigo litigando con vosotros - oráculo de Yahvé - y hasta con los hijos de vuestros hijos litigaré.

10. Porque, en efecto, pasad a las islas de los Queteos y ved, enviad a Quedar quien investigue a fondo, pensadlo bien y ved si aconteció cosa tal:

11. si las gentes cambiaron de dioses - ¡aunque aquéllos no son dioses!-. Pues mi pueblo ha trocado su Gloria por el Inútil.

12. Pasmaos, cielos, de ello, erizaos y cobrad gran espanto - oráculo de Yahvé -.

13. Doble mal ha hecho mi pueblo: a mí me dejaron, manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas, que el agua no retienen.

14. ¿Es un esclavo Israel, o nació siervo? Pues ¿cómo es que ha servido de botín?

15. Contra él rugieron leoncillos, dieron voces y dejaron su país hecho una desolación, sus ciudades incendiadas, sin habitantes.

16. Hasta los hijos de Menfis y de Tafnis te han rapado el cráneo.

17. ¿No te ha sucedido esto por haber dejado a Yahvé tu Dios cuando te guiaba en tu camino?

18. Y entonces, ¿qué cuenta te tiene encaminarte a Egipto para beber las aguas del Nilo?, o ¿qué cuenta te tiene encaminarte a Asiria para beber las aguas del Río?

19. Que te enseñe tu propio daño, que tus apostasías te escarmienten; reconoce y ve lo malo y amargo que te resulta el dejar a Yahvé tu Dios y no temblar ante mí - oráculo del Señor Yahvé Sebaot -.

20. Oh tú, que rompiste desde siempre el yugo y, sacudiendo las coyundas, decías: "¡No serviré!", tú, que sobre todo otero prominente y bajo todo árbol frondoso estabas yaciendo, prostituta.

21. Yo te había plantado de cepa selecta, toda entera de simiente legítima. Pues ¿cómo te has mudado en sarmiento de vid bastarda?

22. Porque, así te blanquees con salitre y te des bien de lejía, se te nota la culpa en mi presencia - oráculo del Señor Yahvé -.

23. ¿Cómo dices: "No estoy manchada; en pos de los Baales no anduve?" ¡Mira tu rastro en el Valle! Reconoce lo que has hecho, camellita liviana que trenza sus derroteros,

24. irrumpe en el desierto y en puro celo se bebe los vientos: su pasión, ¿quién la calmará? Cualquiera que la busca la topa, ¡bien acompañada la encuentra!

25. Guarda tu pie de la descalcez y tu garganta de la sed. Pero tú dices: "No hay remedio: a mí me gustan los extranjeros, y tras ellos he de ir."

26. Como se azara el ladrón sorprendido en flagrante, así se ha azorado la casa de Israel: ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas,

27. los que dicen al leño: "Tú, padre mío"; y a la piedra: "Tú me pariste." Tras volverme la espalda, que no la cara, cuando vienen mal dadas dice: "¡Levántate y sálvanos!"

28. Pues ¿dónde están tus dioses, los que tú mismo te hiciste? ¡Que se levanten ellos, a ver si te salvan en la hora aciaga! Pues cuantas son tus ciudades, otros tantos son tus dioses, Judá; (y cuantas calles cuenta Jerusalén, otros tantos altares hay de Baal).

29. ¿Por qué os querelláis conmigo, si todos vosotros me habéis traicionado? - oráculo de Yahvé -.

30. En vano vapuleé a vuestros hijos: no aprendieron. Ha devorado vuestra espada a vuestros profetas, como el león cuando estraga.

31. Vosotros, ¡valiente ralea!; atended a la palabra de Yahvé: ¿Fui yo un desierto para Israel o una tierra malhadada? ¿Por qué, entonces, dice mi pueblo: "¡Nos vamos! No vendremos más a ti"?

32. ¿Se olvida una chica de su aderezo, o una novia de su cinta? Pues mi pueblo sí que me ha olvidado días sin cuento.

33. ¡Qué hermoso ves tu camino en busca del amor! Y eso que hasta con maldades aprendiste tus caminos.

34. En tus mismas haldas se notaban manchas de sangre de pobres inocentes muertos, a los que no sorprendiste en escalo. Y con todo eso,

35. dices: "Soy inocente; basta ya de ira contra mí." Pues bien, aquí me tienes para discutir contigo eso que has dicho: "No he pecado."

36. ¡Cuánta ligereza la tuya para cambiar de dirección! También de Egipto te avergonzarás como te avergonzaste de Asiria.

37. También de ésta saldrás con las manos en la cabeza. Porque Yahvé ha rechazado aquello en que confías, y no saldrás bien de ello.