Rut 3 - Biblia de Jerusalén 1998Rut y Booz en la era1. Noemí, su suegra, le dijo: "Hija mía, ¿es que no debo procurarte una posición segura que te convenga? 2. Ahora bien: ¿No es pariente nuestro aquel Booz con cuyas criadas estuviste? Pues mira: Esta noche estará aventando la cebada en la era. 3. Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber. 4. Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas, descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que debes hacer." 5. Ella le dijo: "Haré todo lo que me dices." 6. Bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. 7. Booz comió y bebió, y sintió el corazón alegre. Entonces fue a acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un sitio a sus pies y se acostó. 8. A media noche sintió el hombre un escalofrío, se volvió y notó que había una mujer acostada a sus pies. 9. Dijo: "¿Quien eres tú?"; ella respondió: "Soy Rut, tu sierva. Extiende sobre tu sierva el borde de tu manto, porque tienes derecho de rescate." 10. Él dijo: "Bendita seas de Yahvé, hija mía; tu segundo acto de lealtad ha sido mejor que el primero, porque no has pretendido a ningún joven, pobre o rico. 11. Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa. 12. Ahora bien: es verdad que tengo derecho de rescate, pero hay un pariente más cercano que yo que tiene este derecho. 13. Pasa aquí esta noche, y mañana, si él quiere ejercer su derecho, que lo ejerza; pero, si se niega, te rescataré yo, ¡vive Yahvé! Acuéstate hasta el amanecer." 14. Se acostó ella a sus pies hasta la madrugada; se levantó él a la hora en que todavía un hombre no puede reconocer a otro, pues se decía: "Que no se sepa que la mujer ha venido a la era." 15. Él dijo: "Trae el manto que tienes encima y sujeta bien." Sujetó ella, y él midió seis medidas de cebada, se las puso a cuestas y luego entró en la ciudad. 16. Volvió ella donde su suegra que le dijo: "¿Cómo te ha ido, hija mía?" Y le contó cuanto el hombre había hecho por ella, 17. y añadió: "Me ha dado estas seis medidas de cebada, pues dijo: "No debes volver de vacío donde tu suegra."" 18. Noemí le dijo: "Quédate tranquila, hija mía, hasta que sepas cómo acaba el asunto; este hombre no parará hasta concluirlo hoy mismo." |