1 Corintios 3 - Biblia Castilian 2003Colaboradores de Dios1. Yo, por mi parte, hermanos, no pude hablaros como a hombres espirituales, sino como a puramente humanos, como a cristianos en edad infantil. 2. Os di a beber leche; no os di comida sólida, porque todav a no estabais capacitados, como tampoco ahora, 3. ya que aún sois puramente humanos. Porque, mientras entre vosotros haya contienda y discordia, ¿no continuáis siendo puramente humanos, y no es vuestra conducta puramente humana? 4. Porque cuando uno dice: "Yo soy de Pablo"; y otro: "Yo de Apolo", ¿no significa esto os guiáis por criterios simplemente humanos? 5. Pues, ¿qué es Apolo?, ¿qué es Pablo? Unos servidores, por medio de los cuales abrazasteis la fe; y cada uno es según la gracia que le dio el Se or. 6. Yo planté, Apolo regó; pero el crecimiento lo produjo Dios. 7. Y as lo que cuenta no es el que planta ni el que riega, sino el que produce el crecimiento: Dios. 8. El que planta y el que riega son una misma cosa; eso s, cada uno recibirá el salario a la medida de su trabajo. 9. Porque somos colaboradores con Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10. Conforme a la gracia que Dios me ha dado, yo, como sabio arquitecto, puse los cimientos; y otro va edificando encima. Pero mire cada cual cómo edifica. 11. Por lo que se refiere al fundamento, nadie puede poner otro sino el que ya está puesto: Jesucristo. 12. Y si sobre este cimiento edifica uno con oro, plata, piedras preciosas, madera heno, paja, 13. llegará a descubrirse la obra de cada cual; la manifestará el d a del juicio, porque éste se revela en fuego, y el fuego [mismo] pondrá a prueba la calidad de la obra de cada uno: 14. si subsiste la obra construida por uno, éste recibirá el salario; 15. si se quema la obra de alguno, éste sufrirá da o; él, desde luego, se salvará, pero como quien escapa del fuego. 16. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Esp ritu de Dios habita en vosotros? 17. Al que destruya el templo de Dios, a ese Dios lo destruirá. Pues el templo de Dios es santo; y ese templo sois vosotros. 18. Que nadie se llame a enga o. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio; 19. pues la sabidur a de este mundo es necedad para Dios. Porque está escrito: Él atrapa a los sabios en su propia astucia. 20. Y también: Conoce el Se or qué vanos son los razonamientos de los sabios. 21. As que nadie ponga su orgullo en los hombres. Porque todo es vuestro: 22. Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro: todo es vuestro. 23. Y vosotros, de Cristo; y Cristo, de Dios. |