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Ezequiel 3 - Biblia Castilian 2003

1. Luego me dijo: "Hijo de hombre, come lo que te dan; come este rollo y vete a hablar a la casa de Israel".

2. Yo abr entonces la boca y él me dio a comer aquel rollo.

3. Y me dijo: "Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tu estómago con este rollo que yo te doy". Lo com y fue en mi boca dulce como la miel.

4. Luego me dijo: "Hijo de hombre, anda, vete a la casa de Israel y háblales con mis palabras.

5. Pues no eres enviado a un pueblo de idioma incomprensible y lengua dif cil; es a la casa de Israel.

6. Ni tampoco a pueblos numerosos de idioma incomprensible y lengua dif cil, cuyas palabras no entender as. De seguro que si te enviara a ellos, te oir an.

7. Pero la casa de Israel no querrá escucharte, porque no quieren escucharme a M, dado que todos los de la casa de Israel son unos desvergonzados y duros de corazón.

8. Mira: yo hago tu cara tan dura como sus caras y tu frente tan dura como sus frentes.

9. Como el diamante es más duro que la roca, as yo hago tu frente. No los temas ni te desanimes por causa de ellos, porque son una raza rebelde".

10. Luego me dijo: "Hijo de hombre, todas las palabras que yo te diga rec belas en tu corazón y óyelas con tus o dos;

11. y anda, vete a los deportados, a los hijos de tu pueblo, háblales y diles: "As dice el Se or Yahveh", tanto si te escuchan como si no te escuchan".

12. Entonces el Esp ritu me elevó y o detrás de m el ruido de un gran trueno cuando la gloria de Yahveh se elevaba de su lugar.

13. El ruido de las alas de los seres vivientes, al rozar la una a la otra, y el ruido de las ruedas a adido a ellas era como el fragor de un gran trueno.

14. El esp ritu me elevó y me arrebató, y yo iba amargado por la excitación de mi esp ritu, pues la mano de Yahveh pesaba sobre m.

15. Llegué as a los deportados en Tel Abib, que habitaban a orillas del r o Quebar, donde ellos habitaban, y all permanec, abatido entre ellos, siete d as.

El atalaya de Israel

16. Al cabo de siete d as, me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

17. "Hijo de hombre, te hago centinela de la casa de Israel, para que, cuando oigas de mi boca una palabra, les avises de mi parte.

18. Cuando yo diga al malvado: "De seguro morirás", si no le avisas ni hablas, avisando al malvado de su mala conducta, para que viva, él, como malvado, morirá por su culpa, pero reclamaré su sangre de tu mano.

19. Si tú, en cambio, avisas al malvado y no se convierte de su maldad y de su mala conducta, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.

20. Por otra parte, si un justo se aparta de su justicia y comete injusticias, pondré ante él un obstáculo: morirá. Puesto que no le has avisado, morirá por su pecado y no serán tenidas en cuenta las obras justas que hizo, pero reclamaré su sangre de tu mano.

21. Si tú, en cambio, avisas al justo para que no peque, y no peca, ciertamente vivirá, puesto que recibió el aviso; y tú habrás salvado tu vida".

El profeta mudo

22. La mano de Yahveh se posó all sobre m y me dijo: "Levántate, sal a la llanura y all te hablaré".

23. Me levanté, sal a la llanura y vi que estaba all parada la gloria de Yahveh como la gloria que yo hab a visto a la orilla del r o Quebar. Y ca rostro en tierra.

24. Entró en m el esp ritu y me puso en pie. Luego me habló y me dijo: "Vete, enciérrate en tu casa.

25. En cuanto a ti, hijo de hombre, mira: pondrán cuerdas sobre ti y con ellas te atarán, de modo que no podrás aparecer entre ellos.

26. Y haré que tu lengua se pegue al paladar, de modo que quedarás mudo y no serás para ellos un censor, porque son raza rebelde.

27. Pero cuando te hable, abriré tu boca, y entonces les dirás: "As dice el Se or Yahveh". El que quiera escuchar que escuche, y el que no quiera hacerlo que lo deje, porque son raza rebelde".