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Jueces 20 - Biblia Castilian 2003

La guerra contra Benjamín

1. Salieron entonces todos los israelitas y la comunidad se reunió como un solo hombre, desde Dan hasta Berseba, y los de la tierra de Galaad, ante Yahveh en Mispá.

2. Los pr ncipes de todo el pueblo y todas las tribus de Israel se presentaron a la asamblea del pueblo de Dios: cuatrocientos mil hombres de a pie armados de espada.

3. Los benjaminitas se dieron cuenta de que los israelitas hab an subido a Mispá. Los israelitas dijeron: "Contadnos cómo ocurrió tal perversidad".

4. El levita, marido de la mujer asesinada, tomó la palabra y dijo: "Llegué con mi concubina a Guibeá de Benjam n para pasar la noche;

5. y se alzaron contra m los pr ncipes de Guibeá, rodearon la casa durante la noche con intención de asesinarme y tanto violaron a mi concubina que murió.

6. Yo entonces tomé a mi concubina, la descuarticé, y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel, porque en Israel hab an cometido un crimen tan infame.

7. Ahora que estáis aqu todos, israelitas, reflexionad y tomad una decisión aqu mismo".

8. Todo el pueblo como un solo hombre se levantó para decir: "¡Nadie volverá a su tienda ni se irá a su casa!

9. Esto es lo que ahora debemos hacer con Guibeá: ir contra ella por suertes.

10. Tomaremos diez hombres de cada cien de todas las tribus de Israel, cien de cada mil, mil de cada diez mil, y que vayan en busca de provisiones para la gente que va a tratar a Guibeá de Benjam n según su merecido por la gran infamia que cometió en Israel".

11. Reuniéronse, pues, todos los de Israel como un solo hombre contra la ciudad.

12. Las tribus de Israel enviaron hombres que fueron diciendo por toda la tribu de Benjam n: "¿Qué maldad es ésta que se ha cometido entre vosotros?

13. Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y as quedará extirpada de Israel la maldad". Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.

14. Entonces los benjaminitas salieron de sus ciudades y se concentraron en Guibeá para ir a la guerra contra los israelitas.

15. H zose aquel d a el censo de los benjaminitas venidos de las ciudades: veintiseis mil hombres capaces de manejar la espada, sin contar los habitantes de Guibeá.

16. Entre toda esta tropa hab a setecientos hombres escogidos, ambidextros, todos ellos capaces de lanzar con la honda una piedra contra un cabello sin errar el tiro.

17. El número de los israelitas, sin contar a los de Benjam n, sub a a cuatrocientos mil hombres capaces de manejar la espada: todos ellos eran aguerridos.

18. Los israelitas partieron y subieron a Betel para consultar a Dios y le preguntaron: "¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar con los hijos de Benjam n?". Respondió Yahveh: "Judá será el primero".

19. Los israelitas se levantaron de madrugada y acamparon frente a Guibeá.

20. Salieron los hombres de Israel para hacer la guerra a Benjam n, y se pusieron en orden de batalla frente a Guibeá.

21. Pero los benjaminitas hicieron una salida desde Guibeá y en aquel d a dejaron muertos en tierra a veintidós mil hombres de Israel.

22. Sin embargo, los israelitas cobraron ánimos y se pusieron en orden de batalla en el mismo lugar en que se hab an organizado el d a anterior.

23. Porque los israelitas hab an subido a lamentarse delante de Yahveh hasta la tarde y hab an consultado: "¿Hemos de volver a pelear con los benjaminitas, nuestros hermanos?". Y Yahveh les hab a respondido: "Subid contra ellos".

24. Al d a siguiente los israelitas avanzaron hacia los benjaminitas.

25. Pero Benjam n les salió al encuentro desde Guibeá también el segundo d a, y dejaron muertos en tierra a dieciocho mil hombres de los israelitas, todos ellos armados de espada.

26. Subieron entonces todos los israelitas, todo el pueblo, a Betel a lamentarse; y permanecieron all en presencia de Yahveh, ayunaron aquel d a hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión ante Yahveh.

27. Después, los israelitas consultaron a Yahveh, pues all se hallaba por aquel entonces el arca de la alianza de Dios.

28. Estaba de servicio en aquella época Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón. Preguntaron: "¿Hemos de salir de nuevo a combatir contra los hijos de Benjam n, nuestro hermano, o debemos desistir?". Respondió Yahveh: "Subid, porque ma ana lo entregaré en vuestras manos".

29. Israel puso entonces emboscadas en torno a Guibeá.

30. Al tercer d a, subieron los israelitas contra los benjaminitas y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá, como las otras veces.

31. Los benjaminitas salieron entonces al encuentro de la tropa y se alejaron de la ciudad. Como las veces anteriores, empezaron a sembrar la mortandad entre la tropa por los caminos, uno de los cuales sube a Betel, y otro a Guibeá por la campi a, y ocasionaron unas treinta bajas en Israel.

32. Dijéronse entonces los benjaminitas: "Los hemos derrotado como antes". Pero los israelitas hab an pensado: "Huiremos por los caminos para alejarlos de la ciudad".

33. Todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se colocaron en orden de batalla en Baal Tamar, mientras los emboscados de Israel se dispon an al ataque desde su posición al oeste de Guibeá.

34. Llegaron as frente a Guibeá diez mil hombres escogidos de todo Israel. Como el combate se recrudec a, los benjaminitas no se percataron del desastre que sobre ellos se cern a.

35. Yahveh hizo que Benjam n sucumbiera ante Israel. Aquel d a, los israelitas mataron a veinticinco mil cien benjaminitas, todos ellos hombres de armas.

36. Los benjaminitas por su parte se dieron cuenta de que hab an sido derrotados. Los israelitas hab an cedido terreno ante Benjam n porque confiaban en la emboscada preparada contra Guibeá.

37. Los emboscados se hab an desplazado rápidamente hacia Guibeá; se desplegaron y pasaron a toda la ciudad a filo de espada.

38. Hab an convenido los israelitas con los emboscados en que éstos provocar an, como se al, una humareda en la ciudad.

39. Cuando los hombres de Israel hab an vuelto la espalda, Benjam n hab a herido ya de muerte a unos treinta hombres israelitas, y se dec a: "En verdad que los hemos vuelto a derrotar como en el combate anterior".

40. Pero entonces empezó a subir de la ciudad la se al, una columna de humo. Volviéronse los benjaminitas hacia atrás y pudieron contemplar cómo de toda la ciudad sub a la humareda hacia el cielo.

41. Entonces los hombres de Israel dieron la vuelta y los benjaminitas fueron presa del pánico, al ver que el desastre se les ven a encima.

42. Volvieron la espalda ante los israelitas hacia el camino del desierto; pero les alcanzaba la lucha, y los que ven an de la ciudad, sorprendiéndolos en el medio, los aniquilaban.

43. Envolvieron as a los de Benjam n y los persiguieron sin descanso hasta aplastarlos frente a Guibeá, por el lado oriental.

44. As cayeron de Benjam n dieciocho mil hombres, todos ellos aguerridos.

45. Los supervivientes benjaminitas que volvieron la espalda hu an hacia el desierto, hacia la roca de Rimón; pero los israelitas mataron a cinco mil hombres que encontraron por los caminos; continuaron la persecución hasta Guidón y dieron muerte a otros dos mil hombres.

46. El número de ca dos de Benjam n en aquel d a llegó a veinticinco mil hombres de los que manejaban la espada, todos ellos aguerridos.

47. De los que hab an vuelto la espalda y huido al desierto, hacia la roca de Rimón, lograron escapar seiscientos, que se instalaron en la roca de Rimón durante cuatro meses.

48. Los israelitas se volvieron contra los benjaminitas y pasaron a filo de espada a cuanto quedaba en las ciudades, hombres y ganados, y prendieron fuego a todas las ciudades que encontraron a su paso.