Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

5-caracteristicas-de-la-iglesia-primitiva-segun-la-biblia

5 Caracteristicas de la Iglesia Primitiva En La Biblia

0
La Iglesia Primitiva: Una Iglesia de Oración (Hechos 1:14) Los discípulos se reunían unánimes. Este término, que ocurre once veces en los Hechos, es una...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Cantares 7 - Jünemann Septuaginta en español

1. Loores de la esposa; su fidelidad y amor «¿Qué veréis en la Sulamita(a)? la que viene, cual coros de campamentos(b). —Hermoseádose han tus pasos en tus sandalias, hija de príncipe; los movimientos de tus muslos, semejante a collares, obra de artífice.

2. Tu ombligo, taza torneada, no falta de misto(c); tu vientre, acervo de trigo, cercado entre azucenas.

3. Tus dos pechos como dos cervatos mellizos de corza;

4. tu cuello, como torre marfileña; tus ojos como lagunas en Esebón, en puertas de hija(d) de muchedumbre(e). Tu nariz como torre del Líbano mirando a faz de Damasco.

5. Tu cabeza sobre ti, como el Carmelo, y el tocado de tu cabeza, como púrpura: un rey ceñido en pliegues.

6. ¡Cómo te has hermoseado y cómo suavizádote, amor, en tus delicias!

7. Esta, tu grandeza: te has asemejado a la palmera; y tus pechos a los racimos.

8. Dije: «Subiré a la palmera; me apoderaré de sus alturas; y serán ya tus pechos, como racimos de vid, y el olor de tu nariz como pomas;

9. y tu garganta, como vino el bueno. —«Que va a mi hermano en derechura, que basta a mis labios y dientes(f).

10. Yo para mi hermano, y a mí su inclinación.

11. Ven, hermano mío; salgamos al campo; reposemos en aldeas;

12. madruguemos en las viñas; veamos si ha florecido la vid, florecido el olivo y florecido los granados, allí te daré mis pechos.

13. Las mandrágoras han dado olor; y, a las puertas nuestras, toda fruta nueva con vieja, hermano mío, he guardado para ti.»