Hageo 2 - Jünemann Septuaginta en españolLa gloria del nuevo templo1. El segundo templo, más glorioso que el primero; bendición de Dios; restitución de Israel. (2:2) El mes el séptimo, el veintiuno del mes, habló el Señor en mano de Ageo, el profeta, diciendo: 2. (2:3) «Di ahora a Zorobabel de Salatiel, de la tribu de Judá, y a Jesús el de Josedec, el sacerdote, el grande, y a todas las reliquias del pueblo, diciendo: 3. (2:4) ¿Quién de vosotros es el que ha visto esta casa en su gloria la anterior? ¿Y cómo vosotros la veis ahora? Tal como no existe a faz vuestra. 4. (2:5) Y ahora esfuérzate, Zorobabel, dice el Señor, y esfuérzate Jesús, el de Josedec el sacerdote el grande; y esfuércese todo el pueblo de la tierra, dice el Señor; puesto que con vosotros yo soy, dice el Señor, el Omnipotente: 5. -- 6. «Todavía una vez yo moveré el cielo, y la tierra, y la mar y la seca; 7. (2:8) y estremeceré todas las gentes; y vendrá lo selecto(a) de todas las gentes, y llenaré esta casa de gloria», dice el Señor omnipotente. 8. (2:9) Mía la plata, y mío el oro, dice el Señor Omnipotente. 9. (2:10) Por esto grande será la gloria de esta casa, la última sobre la primera, dice el Señor Omnipotente; y en este lugar daré paz del alma en lucro a todo el que laborare en suscitar este templo. La infidelidad del pueblo es reprendida10. (2:11) El veinticuatro del nono mes, del segundo año, bajo Darío, fue hecha la palabra del Señor a Ageo, el profeta, diciendo: 11. (2:12) Esto dice el Señor Omnipotente: «Pregunta ahora a los sacerdotes de la ley, diciendo: 12. (2:13) «Si tomare un hombre carne santa en la extremidad de su vestidura; y tocare la extremidad de su vestidura pan, o cocimiento o vino, o aceite a toda vianda ¿si será santificada?» Y respondieron los sacerdotes y dijeron: «No.» 13. (2:14) Y dijo Ageo: «Si tocare un manchado impuro de alma todo esto ¿si se manchará?» Y respondieron los sacerdotes y dijeron: «Se manchará.» 14. (2:15) Y respondió Ageo y dijo: «Así este pueblo, y así esta gente a faz mía, dice el Señor; y así todas las obras de sus manos; y quien se llegare allí, se manchará, por causa de sus dones, los matutinos; se dolerán a vista de sus trabajos; y habéis odiado a los reprensores. 15. (2:16) Y ahora poned ya en vuestros corazones, desde este día y en adelante, antes de poner piedra sobre piedra en el templo del Señor, quiénes erais, 16. (2:17) cuando arrojabais en cajón de cebada, veinte medidas; y se hacían de cebada diez medidas, y entrabais al lagar a sacar cincuenta ánforas, y se hacían veinte. 17. (2:18) Os percutí en esterilidad, y en aire malsano y en granizo, todas las obras de vuestras manos, y no os volvisteis a mí, dice el Señor. 18. (2:19) Someted ya vuestros corazones, desde este día y después, desde el veinticuatro del nono mes, y desde el día que se ha fundamentado el templo del Señor; poned en vuestros corazones 19. (2:20) si se conocerá en la era; y si todavía la vid, y la higuera, y el granado y los leños de la oliva, que no llevan fruto; desde este día bendeciré. Promesa de Jehová a Zorobabel20. (2:21) Y fue hecha la palabra del Señor por segunda vez a Ageo, el profeta, el veinticuatro del mes, diciendo: 21. (2:22) «Di a Zorobabel, el de Salatiel, de tribu de Judá, diciendo: «Yo muevo el cielo, y la tierra, y la mar y la seca; 22. (2:23) y trastornaré los tronos de los reyes; y exterminaré la fuerza de los reyes de las gentes; y trastornaré carros y cabalgadores, y bajarán caballos y cabalgadores de ellos, cada cual en espada contra su hermano. 23. (2:24) En aquel día, dice el Señor Omnipotente, te tornaré Zorobabel, el de Salatiel, mi siervo, dice el Señor y te pondré como sello(b), por cuanto te he elegido», dice el Señor Omnipotente. |