Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

5-caracteristicas-de-la-iglesia-primitiva-segun-la-biblia

5 Caracteristicas de la Iglesia Primitiva En La Biblia

0
La Iglesia Primitiva: Una Iglesia de Oración (Hechos 1:14) Los discípulos se reunían unánimes. Este término, que ocurre once veces en los Hechos, es una...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Hechos 5 - La Biblia del Oso  RV1569

Ananías y Safira

1. YVn varon llamado Ananias con Saphira ſu muger vendió vna poßeßion:

2. Y defraudó del precio, ſabiendolo tãbien ſu muger: y trayendo vna parte, depoſitóla à los pies de los Apoſtoles.

3. Y dixo Pedro, Ananias, porque hinchió Satanas tu coraçon aque mintießes àl Eſpiritu Sano, y defraudaßes del precio de la heredad?

4. Por vẽtura quedandoſe no ſe te quedaua à ti? y vendida no eſtaua en tu poteſtad? porque puſiſte eſto en tu coraçõ? No has mentido à los hombres, ſino à Dios.

5. Entõces Ananias, oyẽdo eſtas palabras, cayó, y eſpiró. Y fue hecho vn grã temor ſobre todos loſque lo oyeron.

6. Y leuantãdoſe los mancebos, tomarõlo: y ſacandolo ſepultaronlo.

7. Y paßado eſpacio como de tres horas, tambiẽ ſu muger entró, no ſabiẽdo loque auia acontecido.

8. Entonces Pedro le dixo, Dime, Vendiſtes en tanto la heredad? y ella dixo, Si en tanto.

9. Y Pedro le dixo, Porque hos concertaſtes para tẽtar àl Eſpiritu del Señor? Heaqui à la puerta los pies de loſque han ſepultado à tu marido: y ſacartehán à ſepultar.

10. Y luego cayó à los pies deel, y eſpiró; y entrados los mancebos, hallaronla muer ta: y ſacaronla, y ſepultarõla junto à ſu marido.

11. Y fue hecho vn gran temor en toda la Igleſia, y en todos loſque oyeron eſtas coſas.

Muchas señales y maravillas

12. Y por las manos de los Apoſtoles eran hechos muchos milagros y prodigios enel pueblo. (y eſtauã todos vnanimes en el Portal de Salomon.

13. Y de los otros, ninguno ſe oſaua jũtar conellos: con todo eßo el pueblo los alabaua grandemente.

14. Y loſque creyan en el Señor ſe augmẽtauan mas anſi de varones como de mugeres.)

15. Tanto, que echauan los enfermos por las calles, y los ponian en camas y en lechos, paraque viniẽdo Pedro à lomenos ſu ſombra tocaße à alguno deellos.

16. Y aũ de las ciudades vezinas cõcurria multitud à Ieruſalem, trayendo enfermos, y atormẽtados de eſpiritus immundos: los quales todos eran curados.

Pedro y Juan son perseguidos

17. Entõces leuantãdoſe el Principe de los Sacerdotes, y todos loſq̃ eran cõ el, q̃ es la heregia de los Sadduceos, fueron llenos de zelo.

18. Y echarõ mano à los A poſtoles, y puſieronlos en la carcel publica.

19. Mas el Angel del Señor, abriẽdo de noche las puertas de la carcel, y ſacandolos, dixo.

20. Id, y eſtando hablad àl pueblo en el Templo todas las coſas de eſta vida.

21. E llos entõces, como oyerõ, entraron por la mañana enel Templo, y enſeñauan. Viniẽdo pues el principe de los Sacerdotes, y loſque eran conel, conuocarõ el concilio, y à todos los Ancianos de los hijos de Ifrael: y embiaron à la carcel, paraq̃ fueßen traydos.

22. Y como vinierõ los ſeruidores, no los hallarõ en la carcel: y bueltos, dieron auiſo.

23. Diziendo, Cierto la carcel hallamos cerrada cõ toda diligencia, y las guardas q̃ eſtauan delante delas puertas: mas como abrimos, à nadie hallamos dentro.

24. Entõces, como oyeron eſtas palabras el Pontifice y el Magiſtrado del Templo, y los principes de los Sacerdotes, dudauan que ſeria hecho deellos.

25. Y viniẽdo vno, auisóles, Heaqui, los varones q̃ echaſtes en la carcel, eſtan enel Templo, y enſeñan àl pueblo.

26. Entonces el Magiſtrado fue con los ſeruidores, y truxolos ſin violencia, porq̃ tenian miedo del pueblo, de ſer apedreados.

27. Y como los truxeron, preſentaronlos enel concilio. Entonces el principe de los Sacerdotes les preguntó.

28. Diziendo, No os dennunciamos denunciando, q̃ no enſeñaßedes en eſte nombre? y heaqui aueys henchido à Ieruſalem de vueſtra dorina, y quereys echar ſobre noſotros la ſangre deeſte hombre?

29. Y reſpondiendo Pedro y los Apoſtoles, dixeron, Obedecer es meneſter à Dios mas que à los hombres.

30. El Dios de nueſtros padres leuantó à Ieſus, àl qual voſotros mataſtes colgandolo en el madero.

31. Aeſte enalteció Dios con ſu dieſtra por Principe y Saluador, para dar à Iſrael penitencia y remißion de peccados.

32. Y noſotros le ſomos teſtigos de eſtas coſas: y tambien el Eſpiritu Sano, el qual ha dado Dios à los q̃ le hã obedecido.

33. Ellos oyendo eſto regañauã, y conſultauan de matarlos.

34. Entonces leuantandoſe enel concilio vn Phariſeo llamado Gamaliel, door de la Ley, venerable à todo el pueblo, mandó que ſacaßen fuera vn poco à los A poſtoles.

35. Y dixoles, Varones Iſraelitas, Mirad por voſotros acerca de eſtos hombres en loque aueys de hazer.

36. Porque antes de eſtos dias fue vn Theudas, diziendo que era alguien., àl qual ſe allegaron vn numero de varones, como quatro cientos. el qual fue matado: y todos los que le creyeron, fueron dißipados, y bueltos en nada.

37. Deſpues deeſte fue Iudas el Galileo en los dias del empadronamiento: y lleuó mucho pueblo tràs ſi. Pereció tambien aquel, y todos loſque conſintieron con el fueron derramados.

38. Y aora digo hos os, dexa os de eſtos hombres, y dexaldos; porque ſi eſte conſejo, o eſta obra, es de los hombres, deſuanecerſehá:

39. Mas ſi es de Dios, no la podreys des hazer, porque no parezca que quereys repugnar à Dios.

40. Y conſintieron con el: y llamando à los Apoſtoles, auiendo los açotado, denunciaronles, que no hablaßen enel nombre de Iefus: y ſoltaronlos.

41. Mas ellos yuan gozoſos de delante del concilio, deq̃ fueßen auidos por dignos de padecer affrenta por el Nõbre de Ieſus.

42. Y todos los dias no ceßauan, en el Templo y por las caſas, enſeñãdo, y predicãdo el Euãgelio de Ieſus el Chriſto.