Salmos 10 - Biblia Latinoamericana (1995)Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados1. ¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en los momentos de angustia? 2. El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que maquina. 3. El malvado se jacta de la avidez de su alma, el aprovechador maldice y desprecia al Señor. 4. Enrisca la nariz y no se preocupa: "¡No hay Dios", dice; eso es todo lo que piensa. 5. En todas sus empresas le va bien, tus sentencias son muy altas para él, barre de un soplo a todos sus rivales. 6. Dice en su corazón: "Soy inquebrantable, la desgracia jamás me alcanzará". 7. Su boca está llena de perfidia, de fraude y amenazas; sus palabras inspiran injusticia y maldad. 8. Se pone al acecho en el cañaveral, a escondidas mata al inocente;" 9. sus ojos espían al indigente, acecha como león en la espesura, listo para atrapar al desdichado, lo atrapa y luego lo arrastra con su red. 10. Se detiene, se encoge, y cae en su poder el indigente. 11. Dice en su corazón: "Dios lo ha olvidado, tiene su cara tapada, no ve nada". 12. ¡Levántate, Señor, alza tu mano! ¡No te olvides de los desdichados! 13. ¿Por qué el impío menosprecia a Dios y dice para sí: "No me pedirá cuentas"?" 14. Pero tú has visto la pena y el dolor, los miras y los recoges en tus manos. A ti el desamparado se encomienda, a ti que al huérfano socorres. 15. Quiebra el poder del impío y del malvado, haz que de su maldad te rinda cuentas y que no se vea más. 16. El Señor es rey ahora y para siempre, los paganos ya no se ven en su tierra. 17. Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su corazón y están atentos tus oídos 18. para defender al huérfano y al oprimido y así los hombres de barro no puedan oprimirlos. |