1 Pedro 2 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

1. Desechando pues toda malicia, todo engaño, fingimientos, y envidias y todas calumnias,

2. como niños recién nacidos, apeteced la leche espiritual, no adulterada para que por ella crezcáis

3. si habéis gustado qué bueno es el Señor,

La piedra viva

4. al cual allegándoos a piedra viva, desechada por los hombres, pero cerca de Dios escogida, preciosa,

5. vosotros también como piedras vivas sois edificados casa espiritual, en sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales, muy aceptos a Dios por Jesu-Cristo.

6. Por lo cual se contiene en la Escritura: He aquí pongo en Sión piedra angular, escogida y preciosa, y el que confía en ella no será confundido.

7. A vosotros, pues, los que creéis, el honor, pero a los que no creen, la piedra que desecharon los edificadores vino a ser cabeza de ángulo,

8. y piedra de tropiezo y roca de escándalo, para los que tropiezan, no creyendo a la palabra, para lo cual también fueron puestos.

El pueblo de Dios

9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo en adquisición, para que anunciéis las virtudes de aquel que de las tinieblas os llamó a su admirable luz,

10. vosotros que antes no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios, vosotros a quienes no ha sido hecha misericordia, mas ahora ha sido hecha misericordia.

Vivid como siervos de Dios

11. Amados, os ruego, como extranjeros y forasteros, a absteneros de las pasiones carnales que batallan contra el alma,

12. teniendo buena vuestra conducta entre los gentiles, para que en lo que os calumnian como de malhechores, por las buenas obras que vieren con sus propios ojos, glorifiquen a Dios en el día de !a visitación.

13. Sujetaos, pues, a toda humana institución a causa del Señor, sea a rey como soberano,

14. sea a gobernadores como por él enviados para ejecución de malhechores y elogio de los que obran bien.

15. Porque así es la voluntad de Dios que obrando bien hagáis callar la ignorancia de los hombre insensatos;

16. como libres, y no tomando por cobertura de la maldad la libertad, sino como siervos de Dios.

17. Honrad a todos, amad la hermandad, temed a Dios; honrad al rey.

18. Los domésticos, sujetándoos en todo temor a los amos, no sólo a los buenos y tratables, sino también a los perversos,

19. porque esto es gracia, si por la conciencia de Dios uno sufre penas, padeciendo injustamente.

20. ¿Qué gloria, en efecto, si pecando y siendo castigados soportáis, mas si, haciendo bien y padeciendo soportáis, esto es gracia delante de Dios.

21. Para eso pues fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas,

22. el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;

23. el cual, injuriado, no devolvía injuria; padeciendo no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga justamente;

24. el cual llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero para que muertos a los pecados vivamos a la justicia; por la herida del cual fuisteis sanados,

25. porque erais como ovejas extraviadas, mas os habéis tornado ahora al pastor y obispo de vuestras almas.