Versículos Bíblicos

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Gálatas 3 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

El Espíritu se recibe por la fe

1. ¡Oh Gálatas, insensatos! ¿Quién os sedujo a no obedecer a la verdad? Vosotros ante cuyos ojos Jesu-Cristo fué publicado (por cartel) entre vosotros crucificado.

2. Esto sólo quiero aprender de vosotros: ¿es de obras de ley que recibisteis el espíritu, o es de audición de fe?.

3. ¿Tan insensatos sois? ¿Habiendo comenzado espiritualmente ahora acabáis carnalmente?

4. ¿Tanto padecisteis en vano? Si al menos es también en vano.

5. Pues bien el que os proporciona el espíritu, y obra cosas sobrenaturales entre vosotros ¿lo hace depender de obras de ley o de audición de fe?

El pacto de Dios con Abraham

6. Así como Abraham creyó a Dios y le fué contado a justicia,

7. conoced, pues, que los de la fe estos son hijos de Abraham.

8. Previendo que por fe Dios justificaría a los gentiles, la Escritura anunció de antemano a Abraham: que serán bendecidos en ti todos los gentiles (Gen. 22:18),

9. de manera que los de la fe son bendecidos con el fiel Abraham.

10. Cuantos, pues, dependen de obras de ley, bajo maldición están, porque está escrito (Deut. 27:26): Maldito todo aquel que no permanece en todas las cosas que están escritas en el libro de la Ley para hacerlas.

11. Que por ley nadie es justificado para con Dios es evidente, porque el justo de fe vivirá (Hab. 2:4).

12. La Ley no es de la fe, mas el que hiciere estas cosas vivirá por ellas (Levit. 18:5).

13. Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, hecho por nosotros maldición, porque está escrito (Deut. 21:23): Maldito todo hombre colgado al madero,

14. para que a los gentiles la bendición de Abraham les venga en Cristo Jesús, para que recibamos la promesa del Espíritu por la fe.

15. Hermanos, como hombre digo: aunque de hombre una vez celebrado un contrato, nadie lo anula, ni le hace adición.

16. A Abraham fueron dichas las promesas, a él y a su simiente: no dice: y a las simientes, como por muchas, sino como por una: Y a tu simiente, que es Cristo. (Gen. 13:15; 17:8).

17. Esto pues digo: un contrato anteriormente celebrado por Dios, la Ley hecha cuatrocientos treinta años después, no lo invalida al anular la promesa.

18. Si, en verdad, de ley depende la herencia ya no es promesa, pero a Abraham es por promesa que Dios ha hecho favor.

El propósito de la ley

19. ¿Qué pues la Ley? Es por causa de las transgresiones que fué añadida hasta que viniese la simiente, a quien fué hecha la promesa, dictada por ángeles en mano de mediador.

20. El mediador no lo es de uno, pero Dios es uno.

21. luego ¿la Ley es contra las promesas de Dios? No puede ser. Si en efecto fuese dada una ley que pudiera vivificar, dependería esencialmente de una ley la justicia.

22. Mas la Escritura lo encerró todo bajo el pecado, para que la promesa que depende de la fe de Jesu-Cristo fuese dada a los creyentes.

23. Antes que viniese la fe éramos custodiados bajo la ley, encerrados para la fe que debía ser revelada,

24. de suerte que la Ley ha sido ayo de nosotros al Cristo, para que por fe fuésemos justificados;

25. mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo.

26. Todos, en efecto, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús,

27. porque cuantos en Cristo fuisteis bautizados, de Cristo os revestísteis.

28. No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay macho ni hembra, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

29. Si, pues, vosotros sois de Cristo, en consecuencia sois simiente de Abraham, según la promesa, herederos.