Tito 2 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

Enseñanza de la sana doctrina

1. Pero tú, habla lo que conviene a la sana instrucción:

2. Que ancianos sean sobrios, graves, prudentes, sanos en la fe, el amor y la paciencia;

3. que ancianas asimismo en porte venerable, no calumniadoras, no entregadas a mucho vino, maestras del bien

4. para que dirijan a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y amantes de sus hijos,

5. a ser prudentes, castas, caseras, buenas, sumisas a sus maridos para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

6. A los más jóvenes asimismo exhórtalos a ser juiciosos,

7. en todo, presentándote a ti mismo por modelo de buenas obras, en la enseñanza mostrando incorruptibilidad, gravedad,

8. palabra sana e irreprochable para que el de la oposición se avergüence, nada malo teniendo que decir de vosotros.

9. Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, en todo sean complacientes, no respondones,

10. no defraudando, al contrario mostrando toda fidelidad buena para que adornen en todo la enseñanza de Dios nuestro salvador.

11. Porque apareció la gracia de Dios saludable a todo hombre,

12. educándonos para que, renunciando a la impiedad y a las concupiscencias mundanas vivamos cuerda, justa y piadosamente en el presente siglo,

13. aguardando la bienaventurada esperanza y manifestación de la gloria del gran Dios, y de nuestro salvador Jesu-Cristo

14. que se dio a sí mismo por nosotros para que nos librase de toda iniquidad y se purificase a sí mismo un pueblo propio, celoso de buenas obras (Deut. 7:6).

15. Esto habla y exhorta y convence con toda autoridad. Nadie te menosprecie.