Versículos Bíblicos

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Juan 20 - Reina Valera 1865

La resurrección

1. Y EL primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana, siendo aun oscuro, al sepulcro, y vió la piedra quitada del sepulcro.

2. Entónces corrió, y vino a Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos donde le han puesto.

3. Salió pues Pedro, y el otro discípulo, y vinieron al sepulcro.

4. Y corrían los dos juntos; mas el otro discípulo corrió más presto que Pedro, y vino primero al sepulcro.

5. Y abajándose a mirar, vió los lienzos puestos; mas no entró.

6. Vino pues Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vió los lienzos puestos,

7. Y el sudario que había estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino a parte en un lugar envuelto.

8. Entónces entró también aquel otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vió, y creyó.

9. Porque aun no sabían la Escritura, que era menester que él resucitase de entre los muertos.

10. Así que volvieron los discípulos a los suyos.

Jesús se aparece a María Magdalena

11. Empero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y estando llorando abajóse a mirar en el sepulcro.

12. Y vió dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los piés, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

13. Y le dijeron: ¿Mujer, por qué lloras? Ella les dice: Porque han llevado a mi Señor, y no sé donde le han puesto.

14. Y como hubo dicho esto, volvió atrás, y vió a Jesús que estaba en pié; mas no sabía que era Jesús.

15. Dícele Jesús: ¿Mujer, por qué lloras? ¿á quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dice: Señor, si tú le has llevado, díme donde le has puesto, y yo le llevaré.

16. Dícele Jesús: María. Volviéndose ella, dícele: Rabboni, que quiere decir, Maestro.

17. Dícele Jesús: No me toques; porque aun no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y díles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, a mi Dios, y a vuestro Dios.

18. Vino María Magdalena dando las nuevas a los discípulos: Que había visto al Señor, y que le dijo estas cosas.

Jesús se aparece a los discípulos

19. Y como fué tarde aquel mismo día, el primero de la semana, y las puertas estaban cerradas, donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús; y púsose en medio, y les dijo: Paz a vosotros.

20. Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado: entónces los discípulos se regocijaron, viendo al Señor.

21. Entónces díceles otra vez: Paz a vosotros: como me envió mi Padre, así también yo os envio.

22. Y como hubo dicho esto, sopló sobre ellos, y les dijo: Recibíd el Espíritu Santo.

23. A los que perdonareis los pecados, les son perdonados; y a los que los retuviereis, les son retenidos.

Incredulidad de Tomás

24. Empero Tomás uno de los doce, que se llamaba Didimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25. Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26. Y ocho dias después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás: entónces vino Jesús cerradas las puertas, y púsose en medio, y dijo: Paz a vosotros.

27. Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y vé mis manos; y dá acá tu mano, y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino fiel.

28. Entónces Tomás respondió, y le dijo: Señor mío, y Dios mío.

29. Dícele Jesús: Porque me has visto, oh Tomás, creiste: bienaventurados los que no vieron, y sin embargo creyeron.

El propósito del libro

30. Y también muchas otras señales por cierto hizo Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.

31. Estas empero están escritas, para que creais que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.