Marcos 3 - Reina Valera 1865El hombre de la mano seca1. Y OTRA vez entró en la sina- goga; y había allí un hombre que tenía una mano seca. 2. Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para acusarle. 3. Entónces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio. 4. Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábados, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Mas ellos callaban. 5. Y mirándolos en derredor con enojo, condoleciéndose de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituida sana como la otra. 6. Entónces saliendo los Fariseos tomaron consejo con los Herodianos contra él, para matarle. La multitud a la orilla del mar7. Mas Jesús se apartó a la mar con sus discípulos; y le siguió una gran multitud de Galilea, y de Judea, 8. Y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordan; y de los que moraban al rededor de Tiro y de Sidón, grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a él. 9. Y dijo a sus discípulos que una navecilla le estuviese siempre apercibida, por causa de la multitud, para que no le oprimiesen. 10. Porque había sanado a muchos, de tal manera que caían sobre él, cuantos tenían plagas, por tocarle. 11. Y los espíritus inmundos, en viéndole, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12. Mas él les reñía mucho que no le manifestasen. Elección de los doce apóstoles13. Y subió al monte, y llamó a sí los que él quiso; y vinieron a él. 14. Y ordenó a doce para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar; 15. Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios: 16. A Simón, al cual puso por sobrenombre Pedro; 17. Y a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Santiago, y les puso por sobrenombre Boanerges, que es, Hijos de trueno; 18. Y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Santiago, hijo de Alfeo, y a Tadeo, y a Simón el Cananeo, 19. Y a Júdas Iscariote, el que le entregó; y vinieron a casa. La blasfemia contra el Espíritu Santo20. Y otra vez se juntó la multitud, de tal manera que ellos ni aun podían comer pan. 21. Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. 22. Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía a Belzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios. 23. Y llamándoles, les dijo por parábolas: ¿ Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? 24. Y si un reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino. 25. Y si una casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa. 26. Y si Satanás se levantare contra sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; mas tiene fin. 27. Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si ántes no atare al valiente; y entónces saqueará su casa. 28. De cierto os digo, que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren: 29. Mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene perdón para siempre; mas está expuesto a juicio eterno. 30. Porque decían: Tiene espíritu inmundo. La madre y los hermanos de Jesús31. Vienen pues sus hermanos y su madre, y estando de fuera, enviaron a él llamándole. 32. Y la multitud estaba asentada al rededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera. 33. Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre, y mis hermanos? 34. Y mirando al derredor a los que estaban sentados en derredor de él, dijo: He aquí mi madre, y mis hermanos. 35. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. |