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Mateo 14 - Reina Valera 1977

Muerte de Juan el Bautista

1. Por aquel tiempo, Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,

2. y dijo a sus servidores: Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él esos poderes milagrosos.

3. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe;

4. porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.

5. Y Herodes quería matarle, pero temió al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.

6. Pero al llegar el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó en presencia de todos, y agradó a Herodes,

7. por lo cual éste le prometió con juramento darle cualquier cosa que pidiese.

8. Ella, instruida de antemano por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

9. Entonces el rey se entristeció; pero en atención a los juramentos y a los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen,

10. y envió a decapitar a Juan en la cárcel.

11. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la llevó a su madre.

12. Y llegaron los discípulos de Juan, se llevaron el cadáver y lo enterraron: y fueron a comunicárselo a Jesús.

Alimentación de los cinco mil

13. Cuando Jesús oyó esto, se retiró de allí en una barca a un lugar desierto, a solas; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.

14. Y al salir él, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

15. Al caer la tarde, se acercaron a él sus discípulos, y le dijeron: El lugar es despoblado, y la hora ya es avanzada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.

16. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.

17. Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.

18. Él dijo: Traédmelos acá.

19. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud.

20. Y comieron todos, y se quedaron satisfechos; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.

21. Y los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Jesús anda sobre el mar

22. En seguida obligó a sus discípulos a entrar en la barca e ir delante de él a la otra orilla, entretanto que él despedía a la multitud.

23. Y una vez que despidió a la multitud, subió al monte, a solas, a orar; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

24. Y la barca estaba ya en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.

25. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.

26. Y los discípulos, al verle andar sobre el mar, se turbaron y decían: ¡Es un fantasma! Y se pusieron a gritar llenos de miedo.

27. Pero en seguida les habló Jesús, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!

28. Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas.

29. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, se puso a caminar sobre las aguas, para ir hacia Jesús.

30. Pero al percibir el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó: ¡Señor, sálvame!

31. Al momento Jesús, tendiéndole la mano, lo agarró, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

32. Y cuando ellos subieron a la barca, se calmó el viento.

33. Entonces los que estaban en la barca, vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres el Hijo de Dios.

Jesús sana a los enfermos en Genesaret

34. Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret.

35. Cuando le reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron a decirlo por todos aquellos contornos, y le trajeron todos los que se hallaban mal;

Jesús explica la parábola de la cizaña

36. y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron completamente curados.