Mateo 28 - Reina Valera 1977La resurrección1. Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María la Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. 3. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4. Y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. 5. Mas el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: Dejad de temer vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía el Señor. 7. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí que os lo he dicho. 8. Entonces ellas, saliendo a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, 9. he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, se asieron a sus pies, y le adoraron. 10. Entonces Jesús les dijo: No temáis ya; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. El informe de la guardia11. Mientras ellas iban, he aquí que algunos de la guardia fueron a la ciudad, e informaron a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13. diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 14. Y si esto lo oye el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os evitaremos preocupaciones. 15. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se divulgó extensamente entre los judíos hasta hoy. La gran comisión16. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19. Por tanto, id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20. enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. |