Santiago 5 - Nueva Biblia Española (1975)Contra los ricos opresores1. Vamos ahora con los ricos: lloren a gritos por las desgracias qUe se les vienen encima. 2. Su riqueza se ha podrido, sus trajes se han apolillado, 3. su oro y su plata se han oxidado, su roña será testigo en contra de ustedes y se comerá sus carnes como fuego; atesoraron... para los últimos días. 4. "Miren, el jornal de los braceros que segaron sus campos, defraudado por ustedes, está clamando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5. Con lujo vivieron en la tierra y se dieron la gran vida, cebando sus apetitos... para el día de la matanza. 6. Condenaron y asesinaron al inocente: ¿no se les va a enfrentar Dios?, Sed pacientes y orad7. Tengan paciencia, hermanos, hasta que venga el Señor; miren cómo el labrador aguarda la valiosa cosecha de la tierra esperando con paciencia a que reciba la lluvia temprana y la tardía". 8. No pierdan la paciencia tampoco ustedes, refuercen el ánimo, que la venida del Señor está cerca. 9. Hermanos: no se quejen unos contra otros, para que no les den sentencia; miren que el juez está a la puerta, 10. Hermanos, en el sufrir y en la paciencia tomen por modelo a los Profetas que hablaron en nombre del Señor, 11. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Han oído hablar de la constancia de Job y ya ven el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso 12. Sobre todo, hermanos míos, no juren, ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa; su si sea un sí y su no un no, para no exponerse a un juicio, 13. ¿Sufre alguno de ustedes? Que rece. ¿Está uno de buen humor? Que cante. 14. ¿Hay alguno enfermo? Llame a los responsables de la comunidad, que recen por él y lo unjan con aceite invocando al Señor. 15. La oración hecha con fe dará la salud al enfermo y el Señor hará que se levante; si, además, tiene pecados, se le perdonarán. 16. Por tanto, confiésense los pecados unos a otros y recen unos por otros, para que se curen. Mucho puede la oración intensa del justo: 17. Elías era un hombre débil como nosotros, y cuando oró insistentemente para que no lloviera, no cayó una gota en tres años y medio; 18. oró de nuevo, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo su fruto". 19. Hermanos míos, si alguno se desvía de la verdad y otro lo endereza, 20. tengan presente que quien endereza a un pecador de su extravío se salvará él mismo de la muerte y sepultará un sinnúmero de pecados. |