Hebreos 3 - Serafín de Ausejo 1975

Jesús es superior a Moisés

1. Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compartís una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,

2. que ha sido fiel al que lo instituyó, como a su vez lo fue Moisés en [ toda] la casa de Dios.

3. Porque él ha sido considerado tanto más digno de una gloria superior a la de Moisés cuanto mayor es el honor del constructor de una casa que la casa misma.

4. Toda casa tiene un constructor; pero el constructor del universo es Dios.

5. Moisés gozó de plena confianza en toda la casa de Dios en su calidad de mayordomo, para dar testimonio de cosas que habían de decirse más tarde.

6. Cristo, por el contrario, en su calidad de Hijo, está al frente de su propia casa: casa que somos nosotros, con tal de que mantengamos [firme hasta el final] la confianza y la gozosa satisfacción de la esperanza.

El reposo del pueblo de Dios

7. Por eso, como dice el Espíritu Santo, Sii escucháis hoy su voz,

8. no endurezcáis vuestros corazones como en la rebelión, el día de la tentación en el desierto,

9. cuando vuestros padres me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de ver mis obras

10. durante cuarenta años. Por eso aquella generación me disgustó y dije: "Siempre andan desviados en sus corazones, y no aprendieron mis caminos".

11. Así que juré en mi ira: "Jamás entrarán en mi descanso".

12. Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros se halle un corazón malvado e incrédulo que lo aparte del Dios vivo;

13. por el contrario, animaos mutuamente cada día, mientras aquel hoy perdura, sin que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

14. Porque hemos sido asociados a Cristo, a condición de que mantengamos firme hasta el final la confianza del principio.

15. Cuando la Escritura dice: Si escucháis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la rebelión,

16. ¿quiénes fueron los que escucharon y se rebelaron ? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto bajo la guía de Moisés?

17. ¿Y contra quiénes se irritó Dios durante cuarenta años ? ¿No fue contra los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tendidos por el desierto ?

18. ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su descanso, sino a los rebeldes?

19. Y de hecho vemos que, debido a su incredulidad, no pudieron entrar.