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Juan 20 - La Biblia Textual 3a Edicion

La resurrección

1. El primer día de la semana,° estando aún oscuro, Miriam de Magdala, llega temprano al sepulcro y ve la piedra quitada del sepulcro.°

2. Corre pues, y va a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dice: Se llevaron del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo hayan puesto.

3. Entonces salió Pedro con el otro discípulo, y fueron al sepulcro.

4. Y corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro;

5. y agachándose, vio la envoltura que estaba allí;° sin embargo, no entró.

6. Llegó entonces Simón Pedro, que lo seguía, y entrando dentro del sepulcro, vio la envoltura que estaba allí,

7. y el sudario que había estado° sobre su cabeza, no puesto con la envoltura, sino enrollado en un lugar aparte.

8. Entonces entró aquel otro discípulo también, el que había llegado primero al sepulcro, y vio° y creyó.

9. Porque aún no habían entendido la Escritura, que le era necesario resucitar de entre los muertos.

10. Así que los discípulos fueron otra vez a los suyos.

Jesús se aparece a María Magdalena

11. Pero Miriam se había quedado afuera, frente al sepulcro, llorando; y mientras lloraba, se agachó a mirar dentro del sepulcro,

12. y ve a dos ángeles de blanco sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había yacido el cuerpo de Jesús.

13. Ellos le dicen: Mujer ¿por qué lloras? Les dice: Porque se llevaron a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.

14. Dicho esto, se da la vuelta y ve a Jesús de pie (pero no sabía que era° Jesús).

15. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que es el hortelano, le dice: Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo pusiste, y yo me lo llevaré.

16. Jesús le dice: ¡Miriam! Ella, volviéndose, le dice en arameo: ¡Rabboni! (que quiere decir Maestro).

17. Jesús le dice: No me retengas, porque aún no he subido al Padre;° pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

18. Miriam de Magdala fue a dar las nuevas a los discípulos: ¡He visto al Señor! y les manifestó que le había dicho estas cosas.

Jesús se aparece a los discípulos

19. Cuando fue la tarde de aquel mismo día uno° de la semana, y estando cerradas las puertas donde estaban los discípulos, por temor a los judíos, Jesús llegó y se puso en medio, y les dice: Paz a vosotros.

20. Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos, al ver al Señor, se regocijaron.

21. Así que les dijo otra vez: Paz a vosotros: como el Padre me envió, Yo también os envío.°

22. Y habiendo dicho esto, sopló y les dice: Recibid el Espíritu Santo.

23. A cuantos perdonéis los pecados, les han sido° perdonados; a cuantos los retengáis, les han sido retenidos.°

Incredulidad de Tomás

24. Pero Tomás, uno de los doce, el llamado Dídimo,° no estaba con ellos cuando Jesús había aparecido.

25. Por tanto le dijeron los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Pero él les dijo: A menos que vea en sus manos la señal de los clavos, y meta mi dedo en el lugar de los clavos, y meta mi mano en su costado, de ningún modo creeré.

26. Y ocho días después, otra vez estaban sus discípulos dentro, y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando cerradas las puertas, y puesto en el medio, dijo: Paz a vosotros.

27. Luego dice a Tomás: Trae acá tu dedo y mira mis manos, y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28. Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!

29. Jesús le dice: ¿Porque me has visto, has creído? Bienaventurados los que no vieron y creyeron.

El propósito del libro

30. Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de los discípulos, las cuales no están escritas en este rollo;

31. pero éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.