Nahum 2 - Versión Israelita Nazarena 20111. [2:2] Un destructor ha venido contra ti. ¡Pon guardias en sus puestos, vigila el camino; ciñe tu cintura, echa mano de toda tu fuerza! 2. [2:3] Porque Yahweh ha restaurado el Orgullo de Yaaqov así como el Orgullo de Yisrael, aunque merodeadores lo dejaron desolado y estropearon sus ramas. 3. [2:4] Los escudos de sus guerreros están pintados de rojo, y los soldados van vestidos de carmesí; los carros son como antorchas flameantes, en el día en que se preparen. Las [flechas] de palo de ciprés están envenenadas, 4. [2:5] Los carros se precipitan frenéticos en los campos, se apresuran por las praderas. Parecen antorchas, corren como relámpagos. 5. [2:6] El manda a sus hombres robustos; tropiezan mientras avanzan, se apresuran hacia sus muros, donde están preparados los refugios con ruedas. 6. [2:7] Las represas están abiertas y el palacio está inundado. 7. [2:8] Y a Juzab la han exiliado y llevado lejos, mientras sus doncellas [la] escoltan como con cantos de palomas, golpeándose el pecho. 8. [2:9] Nineweh ha sido como [plácido] estanque de agua desde tiempos remotísimos; ahora huyen. “¡Deténganse, deténganse!” -pero nadie puede hacerlos volver. 9. [2:10] “¡Saquen plata! ¡Saqueen oro!” No hay límite para el tesoro; es un caudal de toda clase de objetos preciosos. 10. [2:11] ¡Desolación, devastación, y destrucción! Los ánimos se acobardan, las rodillas tiemblan, todos los lomos se estremecen, todos los rostros palidecen. 11. [2:12] ¿Qué se hizo aquella guarida de leones, aquel pasto de grandes bestias, donde caminaban leones y crías de leones, y cachorros de leones –sin que nadie los perturbara? 12. [2:13] ¿ [Dónde está] el león que destrozaba a las víctimas para sus cachorros y las estrangulaba para sus leonas, y llenaba sus cuevas de presas y sus guaridas de carne destrozada? Destrucción total de Nínive13. [2:14] Me voy a encargar de ti –declara Yahweh de los ejércitos: Reduciré a humo tus carros, y la espada devorará tus grandes bestias; eliminaré de la tierra tus matanzas, y no se oirá más el sonido de tus mensajeros. |