1 Timoteo 6 - Martin Nieto1. Los que se encuentran bajo el yugo de la esclavitud, que miren a sus propios amos como dignos de todo respeto, para que el nombre de Dios y su doctrina no sean blasfemados. 2. Los que tienen amos creyentes, que no les falten al respeto por ser hermanos en la fe; al contrario, sírvanles mejor, puesto que los que reciben sus servicios son creyentes y hermanos muy queridos. Esto es lo que has de enseñar e inculcar. Piedad y contentamiento3. Si alguno enseña cosas distintas y no admite la enseñanza salvadora de nuestro Señor Jesucristo y la doctrina de nuestra religión, 4. es un orgulloso que no sabe nada; que desvaría en discusiones y palabrerías, de donde provienen envidias, riñas, insultos, desconfianzas, 5. conflictos interminables, propios de personas obcecadas e ignorantes, que piensan que la religión es un negocio; 6. y ciertamente lo es, pero para el que se contenta con lo necesario. 7. Nada hemos traído a este mundo, y nada nos llevaremos de él. 8. Debemos contentarnos con tener lo suficiente para comer y vestir. 9. Pues los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa de deseos insensatos y funestos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. 10. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos. La buena batalla de la fe11. Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas, y practica la justicia, la religiosidad, la fe, el amor, la paciencia, la amabilidad. 12. Sostén el noble combate de la fe, conquista la vida eterna, para la cual fuiste llamado y de la que hiciste hermosa confesión ante muchos testigos. 13. Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la verdad ante Poncio Pilato, te pido 14. que guardes el mandamiento sin mancha y sin reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, 15. manifestación que, a su debido tiempo, llevará a cabo el bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de los señores, 16. el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor y poder eterno. Amén. 17. A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas; 18. que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras; que sean generosos y estén dispuestos a repartir con los demás lo que tienen. 19. Así reunirán un capital sólido para el futuro, con el que conseguirán la verdadera vida. Encargo final de Pablo a Timoteo20. Timoteo, guarda el depósito de la fe que te ha sido confiado. No hagas caso de la estéril y mundana palabrería ni de las contradicciones de una falsa ciencia. 21. Algunos, por hacer caso de ella, han perdido la fe. La gracia esté con vosotros. |