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Daniel 10 - Version Moderna (1929)

Visión de Daniel junto al río

1. EN el año tercero de Ciro rey de Persia, cierta cosa fué revelada a Daniel, a quien se le había dado el nombre de Beltsasar; y la cosa es verdadera, es decir, una guerra grande; y él entendió la cosa, y tuvo inteligencia de la visión.

2. En aquellos días yo Daniel estaba afligiéndome por espacio de tres semanas.

3. No comí pan sabroso, ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta tanto que fueron cumplidas tres semanas enteras.

4. ¶En el día veinte y cuatro pues del mes primero, estando yo a la orilla del gran río que se llama Tigris,

5. alcé mis ojos y miré, y he aquí a un varón que traía vestiduras de lino blanco, y tenía ceñidos los lomos de oro fino de Ufaz;

6. y su cuerpo era como un crisólito, y su rostro como la apariencia del relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como la refulgencia de bronce bruñido, y la voz de sus palabras era como el estruendo de un ejército.

7. Y yo Daniel solo ví la visión; pues no la vieron los hombres que conmigo estaban; sino que cayó sobre ellos un terror grande, de modo que huyeron, y se escondieron.

8. Por manera que yo fuí dejado solo; y cuando ví esta gran visión, no quedó en mí esfuerzo, y mi lozanía se me demudó en palidez de muerte, y no retuve fuerza alguna.

9. Oí sin embargo la voz de sus palabras; y luego que oí la voz de sus palabras, caí sin sentido sobre mi rostro, con mi rostro en tierra.

10. Mas he aquí que una mano me tocó, y me sacudió, haciéndome levantar sobre mis rodillas y las palmas de mis manos:

11. y me dijo: Daniel, varón muy amado, entiende las palabras que te voy a decir, y ponte derecho en donde estás; porque ahora he sido enviado a ti. Y cuando me hubo dicho esto, yo me puse en pie temblando.

12. Mas éme dijo: No temas, Daniel; porque desde el primer día que aplicaste tu corazón a buscar inteligencia, y a humillarte ante tu Dios, fueron escuchadas tus palabras, y yo he venido a consecuencia de tus palabras.

13. Pero el príncipe del reino de Persia se mantuvo frente a mí por veinte y un días; mas he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino a ayudarme, y yo quedé allí victorioso al lado de los reyes de Persia.

14. Vengo pues para hacerte saber lo que ha de suceder a tu pueblo en los tiempos venideros; porque la visión se refiere a tiempos remotos aún.

15. Y cuando me habló al tenor de estas palabras, yo puse mi rostro hacia tierra, y enmudecí.

16. Y he aquí que una como semejanza de los hijos de los hombres me tocó los labios; luego abrí mi boca, y hablé, y dije al que estaba delante de mí: ¡Señor mío, con la visión me acometieron de repente mis dolores, y no he retenido fuerza alguna!

17. ¿Cómo pues podrá el siervo de este mi señor hablar con este mi señor? que en cuanto a mí, al instante no fué dejado en mí esfuerzo, ni aliento siquiera se me ha quedado.

18. Entonces aquella como semejanza de hombre volvió a tocarme, y me esforzó.

19. Luego me dijo: ¡No temas, oh varón muy amado! ¡paz sea contigo! ¡sé fuerte; sí, sé fuerte! Y cuando me habló así, yocobré vigor, y dije: Hable mi señor; porque tú me has dado fuerzas.

20. Y él respondió: ¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora pues yo volveré para pelear contra el príncipe de Persia; y al salir yo, he aquí que vendrá el príncipe de Grecia.

21. Pero te voy a mostrar lo que está escrito en la Escritura de la verdad; y no hay ninguno que se esfuerce conmigo, contra aquellos, sino Miguel, vuestro príncipe.