Versículos Bíblicos

Dos personas estudiando versículos sobre el evangelismo personal

37 Versículos Poderosos Para El Evangelismo Personal

0
Textos Maravillosos de La Biblia Para El Evangelismo Personal Hoy día recordé a un momento en mi vida que marcó un antes y un después...

Árticulos Nuevos

versiculos-biblicos-claves-de-la-biblia-cuadro

66 Versículos Bíblicos Claves Para Cada Libro de la Biblia: Cuadro...

0
Versículos Importantes De Todos Los Libros de La Biblia: Desde Génesis a Apocalipsis (Tabla Informativa) Antes de presentarte el cuadro, dejame contarte una historia: Hace...
Figura en manto azul con texto sobre la traducción de un término asociado con María

María: ¿Una Virgen o Una Mujer Joven? ¿Cuál es la traducción...

0
Hoy quiero hablar e intentar explicar uno de los pasajes más importantes y discutidos de toda la Biblia: Me refiero al versículo de Isaías...


Marcos 3 - Version Moderna (1929)

El hombre de la mano seca

1. Y ENTRÓ Jesús otra vez en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.

2. Y le observaban disimuladamente, por ver si le sanaría en día de sábado, para poderle acusar.

3. Él entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Ponte de pie en medio.

4. Luego a ellos les dice: ¿Cuál es lícito, hacer bien en día de sábado, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Mas ellos callaban.

5. Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano.  Y él la extendió; y la mano le fue restituída.

6. Y saliendo los fariseos, entraron en consejo contra él con los Herodianos, para ver cómo pudieran destruirle.

La multitud a la orilla del mar

7. ¶Jesús, pues, con sus discípulos, se retiró al mar; y le siguió una inmensa multitud de Galilea, y de Judea.

8. Y de Jerusalem, y de Idumea, y de más allá del Jordán, y de en derredor de Tiro y de Sidón, una muchedumbre inmensa, al oír cuán grandes cosas hacía, acudían a él.

9. Y dijo a sus discípulos que una barquilla le asistiese de continuo, a causa del gentío, para que no le oprimiesen;

10. porque había sanado a muchos, de modo que caían sobre él para tocarle cuantos tenían mal alguno.

11. Los espíritus inmundos también, siempre que le veían, caían en tierra delante de él, y gritaban, diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios!

12. Mas él les mandaba mucho, que no le pusiesen de manifiesto.

Elección de los doce apóstoles

13. ¶Y subió a la montaña, y llamó a sí los que él mismo quiso; y vinieron a él.

14. Y constituyó a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar;

15. y para tener potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios:

16. a saber, Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;

17. y Santiago hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Santiago, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que significa: Hijos del trueno;

18. y Andrés, y Felipe, y Bartolomé, y Mateo, y Tomás, y Santiago hijo de Alfeo, y Tadeo, y Simón el celote,

19. y Judas Iscariote, el cual también le entregó; y volvieron a casa.

La blasfemia contra el Espíritu Santo

20. ¶Y se juntó otra vez la multitud, de manera que no podían ellos ni siquiera comer pan.

21. Y cuando lo oyeron los suyos, salieron para echar mano de él; porque decían; Está fuera de sí.

22. Pero los escribas que vinieron de Jerusalem, decían: ¡Tiene a Beelzebub y en unión con el príncipe de los demonios, echa fuera los demonios!

23. Y él los llamó a sí, y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

24. Y si un reino se divide contra sí mismo, no puede permanecer aquel reino.

25. Y si una casa se divide contra sí misma, no podrá permanecer aquella casa.

26. Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que tiene fin.

27. Ninguno puede entrar en la casa del poderoso, y saquear sus efectos, si primero no atare al poderoso; y entonces saqueara su casa.

28. En verdad os digo que todo género de pecados será perdonado a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren:

29. mas el que blasfemare contra el Espíritu Santo no tiene perdón jamás, sino que queda sujeto a eterna condenación;

30. por cuanto decían: Espíritu inmundo tiene.

La madre y los hermanos de Jesús

31. ¶Vinieron pues sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron a él, llamándole.

32. Y una multitud estaba sentada alrededor de él; y algunos le dijeron: He aquí tu madre y tus hermanos allá fuera te buscan.

33. Mas él les respondió: ¿Quién es mi madre, y quiénes mis hermanos?

34. Y mirando en derredor a los que estaban sentados en torno de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

35. Porque aquel que hiciere la voluntad de Dios, este mismo es mi hermano, y hermana, y madre.