1 Samuel 3 - Reina Valera 1990 (Adventista)Jehová llama a Samuel1. El joven Samuel ministraba al Eterno ante Elí. En aquellos días, la palabra del Señor era rara, no había visión frecuente. 2. Un día, cuando los ojos de Elí empezaron a oscurecerse y no podía ver, estaba él acostado en su aposento,* 3. y Samuel se hallaba durmiendo en el Santuario del Eterno, donde estaba el Arca de Dios. Antes que la lámpara de Dios fuera apagada, 4. el Eterno llamó a Samuel, y él respondió: "Aquí estoy". 5. Y corrió a Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me has llamado?" Elí le dijo: "Yo no llamé. Vuelve a acostarte". Y él se volvió y se acostó. 6. El Señor volvió a llamar a Samuel. Y él se levantó, fue a Elí, y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me llamaste? Elí le dijo: "Hijo mío, no te llamé. Vuelve y acuéstate". 7. Samuel no había conocido aún al Eterno, ni le había sido revelada palabra del Señor. 8. Por tercera vez, el Eterno llamó a Samuel. Y él se levantó, fue a Elí, y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me llamaste?" Entonces Elí entendió que el Eterno estaba llamando al joven. 9. Y le dijo: "Ve y acuéstate. Y si te llaman otra vez, dirás: 'Habla, Señor, que tu siervo oye"'. Así Samuel volvió y se acostó en su lugar. 10. Y vino el Eterno y llamó como las otras veces: "¡Samuel, Samuel!" Entonces Samuel respondió: "Habla, que tu siervo oye". 11. Y el Eterno dijo a Samuel: "Voy a ejecutar en Israel tal cosa, que a todo el que la oiga, le zumbarán los oídos. 12. "Aquel día despertaré contra Elí todo lo que le he dicho acerca de su casa, de principio a fin.* 13. "Le mostraré que juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él conoce, porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los reprendió. 14. "Por eso he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de su casa no será expiada jamás, ni con sacrificios, ni con ofrendas". 15. Y Samuel quedó acostado hasta la mañana. Después abrió las puertas de la casa del Eterno. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. 16. Pero Elí llamó a Samuel, y le dijo: "Hijo mío, Samuel". Y él respondió: "Aquí estoy". 17. Y le preguntó: "¿Qué te habló el Eterno? Te ruego que no me lo encubras. Que Dios te trate con rigor, si me encubres palabra de todo lo que habló contigo". 18. Y Samuel se lo manifestó todo sin encubrirle nada. Entonces él le dijo: "El es el Eterno. Haga lo que bien le parezca". 19. Y Samuel creció, el Eterno estaba con él, y no dejó caer en tierra ninguna de sus palabras.* 20. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era un fiel profeta del Eterno. 21. Así, el Eterno siguió apareciendo en Silo, porque allí se manifestaba a Samuel mediante su palabra.* |