Versículos Bíblicos

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Filipenses 2 - Reina Valera 1990 (Adventista)

Humillación y exaltación de Cristo

1. Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si alguna ternura y compasión;

2. completad mi gozo, tened el mismo sentir, el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.*

3. Nada hagáis por rivalidad o vanagloria; antes bien en humildad, considerando a los demás como superiores a vosotros;

4. no mirando cada uno sólo a lo suyo propio, sino también a lo de los otros.

5. Haya en vosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.

6. Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios,

7. sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres.*

8. Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

9. Por eso Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un Nombre que es sobre todo nombre;*

10. para que, en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, en la tierra, y debajo de la tierra,

11. y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios el Padre.

Luminares en el mundo

12. Por tanto, amados míos, tal como habéis obedecido siempre, no sólo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.

13. Porque Dios es el que obra en vosotros, tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14. Haced todo sin queja ni discusión,

15. para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luces en el mundo,

16. presentando a Palabra de vida, para que en el día de Cristo, yo pueda gloriarme de que no he corrido ni trabajado en vano.

17. Al contrario, aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me alegro y regocijo con todos vosotros.*

18. Así vosotros también alegraos y regocijaos conmigo.

Timoteo y Epafrodito

19. Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, al conocer vuestro estado.

20. A ninguno tengo del mismo ánimo, que tan sinceramente esté solícito por vosotros.

21. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.*

22. Pero ya conocéis sus probadas cualidades, que como un hijo a su padre ha servido conmigo en el evangelio.

23. Así, a éste espero enviarlo, tan pronto vea cómo van mis asuntos.*

24. Y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

25. Me pareció necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero y ministrador de mis necesidades.

26. Porque él os añoraba a todos vosotros, y se angustió porque habíais oído que había enfermado.

27. En verdad estuvo enfermo a la muerte, pero Dios tuvo misericordia de él. Y no sólo de él, sino aún de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.

28. Así, lo envío con mayor solicitud, para que al verlo de nuevo, os alegréis, y yo esté con menos tristeza.

29. Recibidlo en el Señor con toda alegría, y estimad a los que son como él.

30. Porque por la obra de Cristo estuvo cerca de la muerte, arriesgando su vida para suplir lo que faltaba en el servicio que no podíais prestarme vosotros.